La digitalización provocó la disrupción de todos los sectores. Ejemplos sobran: Uber cambió la forma de moverse en las ciudades, Airbnb el vínculo entre propietarios de inmuebles e inquilinos temporales, y Netflix el consumo y la producción del contenido audiovisual para el hogar.
Esta transformación no deja afuera ningún rubro, inclusive aquellos que se alejan del agitado ritmo de los centros urbanos más importantes. En Argentina, país históricamente vinculado al campo para su desarrollo económico, el mercado agropecuario mueve cifras u$s6.000 millones al año.
"De chico acompañaba siempre a mi viejo al campo donde él trabaja, y ahí pude notar los problemas a los que se enfrenta diariamente. Recuerdo que recorríamos el campo con una libreta identificando las distintas malezas", cuenta Manuel Baruffaldi.
Esta escena se repetía todos los días, al igual que la frustración de Carlos, su papá, porque aparecían nuevas malezas cada vez más resistentes debido al mal uso de agroquímicos: "Hoy en día se tira en todo el lote, independiente de si hay malezas o no. Eso tiene un costo muy elevado que podría reducirse, cuidando además al medio ambiente".
Al captar este "dolor" personal, el emprendedor no se quedó de brazos cruzados y empezó a diagramar lo que hoy es Deep Agro, una empresa que se basa en el desarrollo de un sistema inteligente para detectar malezas y realizar aplicación selectiva de herbicidas en cualquier etapa del crecimiento de los cultivos. De esta manera, permite ahorrar un 70% de agroquímicos dependiendo de la cantidad de maleza que haya en el lote y generando así un impacto menor en el medio ambiente.