Los rosarinos José Robledo y Adolfo Rouillón son emprendedores natos. Primero, fundaron Amtec, un software factory que vendieron al gigante mexicano Neoris. Más tarde, elaborando productos congelados de marca blanca para supermercados.
Hasta que combinaron lo mejor de los dos rubros e invirtieron u$s8 millones en la primera alimenticia 100% digital de la Latinoamérica que vio multiplicar por 15 su operación en la cuarentena y ya planea expandirse en la región.
"Al conectar el mundo de la tecnología con el de los alimentos nos fuimos dando cuenta de un montón de ineficiencias en la cadena de producción y también en la falta de innovación", afirma Robledo.
Y continúa: "Viendo esos problemas de tantas décadas dijimos: 'Acá hay algo que revolucionar, hay algo que está fallando'".
Esa fue la génesis de Frizata, la primera compañía nativa digital de alimentos congelados en Latinoamérica que se ocupa del ciclo completo: desde el diseño y elaboración de los productos, pasando por su compra online en el sitio web, hasta su delivery directo al consumidor y sin intermediarios, lo que permite ofrecer precios hasta 50% más económicos que sus equivalentes en supermercados.