Con la llegada de Internet y la música en streaming, muchos se apresuraron a decretar la muerte de las grandes discográficas.
Antes estas dependían de las ventas de álbumes y CD, además de los conciertos y actuaciones de sus artistas, de los derechos sobre los temas musicales, etc.
Todo eso cambió en los últimos años y las discográficas dejaron de tener la posición privilegiada de los '90, la "era dorada" de la venta de CD.
Pero no hay que darlas por muertas aún: todas las previsiones apuntan a que muy pronto ganarán todavía más dinero que en la mejor de sus épocas pasadas, informa Xakata. El mismo modelo que acabó con su imperio de venta de música en unidades físicas es también el que las está reflotando a un ritmo imparable.