En honor a la verdad y nobleza obliga, este columnista debe admitir un grosero error de cálculo en sus apreciaciones hacia un conocido e interminable personaje de la política nuestra de cada día.
Hace un tiempo y desde este mismo espacio decíamos que nuestro colorido y autóctono personaje, estaba “como indio que viene al último”, tragándose todo el polvo del malón que tomó la delantera. Pero como dicen, la suerte no es de quien se la merece sino de quien simplemente la tiene, nuestro Indio Manuel Godoy, está a punto de convertirse en leyenda, si es que aún no lo es.
Ocurre que una circunstancia política y un repentino ataque de honestidad de nuestros mandatarios podría dejarlo como gobernador de la provincia. Si estimado lector: leyó bien. Manuel Godoy, gobernador interino de la provincia de Salta.
La posibilidad surge de una deducción lógica que ya venía despuntando desde el mismo momento en que el excandidato a gobernador y ex jefe de Gabinete, Fernando Yarade, anticipaba sus intenciones de postularse para ocupar la primera silla del Grand Bourg. Antes de su amarga experiencia con el drone, cual encuentro del tercer tipo con civilizaciones avanzadas, Yarade había sido advertido por el mismísimo gobernador Urtubey: el que quiera hacer campaña, tendrá que abandonar el cargo.
Poco tiempo pasó para que ese escupitajo hacia arriba le cayera en plena cara a Juan Manuel, quien dedicado íntegramente a la campaña vicepresidencial, dejó a la provincia en piloto automático. Pero este sería el problema menor, sobre todo si tenemos cuenta que Salta ya viene en piloto automático desde hace varios años. El inconveniente será que el arrebato de sinceridad de Urtubey deberá derramarse hacia abajo y otros, como corresponde, deberán sumarse a esa onda de pulcritud electoral.
Es así que el vicegobernador Miguel Isa, también en campaña para la gobernación, no podrá hacerse cargo del Estado provincial. El que le sigue en el orden constitucional sería el presidente del Senado, don Mashur Lapad, quien también está muy ocupado tratando de convencer a la gente del departamento Rivadavia que es él quien debe seguir como representante en la cámara alta. Menesteres y urgencias de campaña que le dicen.
Es así que tenemos a nuestro “Indio”, quien lejos de amilanarse por lo que algunos medios califican como el fallido operativo Godoy, llega a estas instancias con aliento como para otra carrera. No importa que lo hayan dejado afuera de la campaña en la provincia. No importa que “Luquitas” Godoy se haya ido con el Frente de Todos. El Indio sigue siendo el Indio: interminable y con un sueño a punto de cumplirse... mal que nos pese a muchos.