Un criminal todavía no identificado intentó envenenar las aguas de la ciudad de Oldsmar, en el estado de Florida, Estados Unidos.
El delincuente logró ingresar al sistema de control de la planta de tratamiento en dos ocasiones. El operador a cargo de la instalación detectó ambas intrusiones. En el segundo intento el atacante logró cambiar la cantidad de hidróxido de sodio en el agua de 100 partes por millón a unas 11.100 partes por millón.
El hidróxido de sodio se utiliza para regular la basicidad del agua corriente y eliminar metales. En los hogares, en otras concentraciones, se lo emplea para limpiar cañerías.
Riesgos El sistema que controla la planta ha sido adaptado para el acceso remoto a través de TeamViewer. El operador pudo observar los movimientos del hacker en la pantalla gracias a esta aplicación. Una vez que el criminal se retiró el operador corrigió los cambios en la configuración.
La rápida acción del empleado evitó que el ataque produjera cualquier efecto significativo.
Aún cuando no hubiera podido corregir el impacto a tiempo se hubieran necesitado al menos 24 horas para que el agua contaminada entrara al suministro. Además existen otros sistemas de seguridad que podrían haber evitado su distribución.
Sin embargo esto no quita el hecho de que un ataque tan simple pudo haber afectado a unas 15 mil personas.