Un grupo de usuarios chilenos consiguió una importante victoria sobre Apple y recibirá unos USD 3,4 millones.
Todo comenzó en 2017 cuando la empresa estadounidense admitió que había agregado una función en el software de algunos de sus iPhones que hacía que estos trabajasen más lentamente. Según Apple la medida había sido tomada para ahorrar energía y prolongar la vida útil de la batería de los teléfonos.
La historia es bien conocida. Las quejas y demandas alrededor del mundo han apuntado a que se trata en realidad de una estrategia de obsolescencia programada. Esto supone que los dispositivos están pensados para dejar de funcionar o reducir su rendimiento luego de pasado un cierto tiempo de forma tal que sea necesario adquirir un nuevo modelo.
Demanda El grupo demandante está formado por aproximadamente unas 150 mil personas. Todas ellas propietarias de un iPhone 6, 6 Plus, 6s, 6s Plus, 7, 7Plus o SE.
La demanda señala que los dispositivos comenzaron a tener un rendimiento inferior luego de las actualizaciones programadas por Apple para el 21 de Diciembre de 2017.
Uno de los usuarios había descubierto que el teléfono no trabajaba a la misma velocidad de antes, pero que mejoro notablemente luego de reemplazar la batería.
Vuelta atrás Los dispositivos no solo trabajaban más lentamente, sino que experimentaban fallos que antes no habían conocido. Luego de que se diera a conocer el hecho y la presión pública aumentara, Apple lanzó un parche que hizo que todos los dispositivos volvieran a funcionar de forma óptima.
La exitosa demanda del grupo chileno podría tener consecuencias a nivel regional. Pero el impacto dependerá en gran medida del nivel de adopción que tiene la marca en cada país.