El nuevo director de las Roscosmos planea el lanzamiento de una estación espacial propia. De esta manera el espacio exterior parece estar pasando de un escenario de cooperación a uno de cada vez más competencia.
La guerra en Ucrania ha precipitado una crisis que estaba en gestación desde hace tiempo. Rusia había estado preparándose para aislarse de la comunidad internacional, salvo por algunos países aliados y amigos. Sin embargo, a pesar de todas las tensiones, durante mucho tiempo el espacio se mantuvo como un escenario de colaboración. Pero esa fortuna también ha llegado a su fin.
Hace unas semanas Rusia anunció que sus cohetes ya no estarían a disposición de los Estados Unidos. La NASA se encogió de hombros y señaló que en última instancia le daría más contratos a SpaceX o alguna otra empresa. La agencia espacial rusa advirtió sobre el peligro para la estación espacial debido a las acciones del actual gobierno estadounidense. Pero nunca fue muy específica.
Recientamente se ha realizado un anuncio más concreto, Rusia abandonará la estación espacial internacional luego de 2024. La decisión fue tomada por Yuri Borisov, el nuevo director de la Roscosmos. Aunque no llega del todo de sorpresa, dado que esa idea ya había trascendido por boca de otros funcionarios.
La guerra fría en el espacio Aunque las relaciones están muy mal en este momento, la ruptura no se producirá sino hasta que pasen un par de años. La razón, Rusia necesita tiempo para preparar su propio proyecto de estación espacial.
Durante un buen tiempo los oficiales rusos han insistido en la necesidad de lanzar una estación espacial propia. También se han quejado de las condiciones deterioradas de la actual estacion espacial. Curiosamente varios módulos y equipos enviados desde Rusia han experimentado desperfectos durante los últimos años, y algunos funcionarios apuntaron a posibles sabotajes.
Con la salida de Rusia del proyecto internacional puede que terminemos con una nueva carrera espacial en la que Estados Unidos, Europa, China y Rusia se disputen la supremacía. Aún cuando las estaciones tengan solo fines pacíficos, las órbitas no son infinitas, y los problemas de tráfico se han convertido poco a poco en un asunto serio.