No es un animé, es el mundo real. Aunque menos sofisticados e impresionante que sus pares de la ficción, tres unidades forman parte de una experiencia piloto en Japón.
Hace unos días el primer grupo de robots policías comenzó a patrullar el centro de Tokio. Pero no son nada parecido a lo que hemos visto en películas de ciencia ficción como Robocop. La apariencia de los SQ2 es curiosa. Su cuerpo es similar a un cigarro, con una base ancha con dos pares de ruedas. En la parte superior varias protuberancias se mantienen girando.
Sensores e inteligencia
Los ingenios son una creación de la empresa Seqsense. Las tres unidades puestas en funcionamiento tienen una inteligencia artificial capaz de detectar obstáculos y personas y evitar de esta manera cualquier tipo de colisión en sus rutas de patrullaje. También se acoplan a sus estaciones de recarga por su propia cuenta.
En su estructura se incluyen varias cámaras que transmiten en directo a una central con personal humano. Las protuberancias de la parte superior son cámaras encargadas de crear un mapa en tres dimensiones del entorno en el que se mueve el robot.
Un sensor táctil dedicado les permite establecer comunicaciones con las personas que se les acercan. Solo es necesario apoyar la mano en la superficie indicada.
El lugar del robot
Los robots no están pensados pare reemplazar a los oficiales humanos. No tienen la capacidad ni es la intención de la empresa embarcarse en esta misión. Como suele suceder en Japón, estos dispositivos son diseñados más como ayudantes. Su objetivo es compensar en parte la falta de mano de obra en algunos trabajos y regiones. Oficiales del gobierno metropolitano de Tokio apuntaron que es precisamente la falta de personal de seguridad lo que los ha llevado a adoptar a los robots.