Por el racionamiento en el acceso a los dólares, muchos productos deben ser autorizados antes de ser importados. Esto supondrá un aumento en el costo final.
El gobierno ha decidido que los insumos informáticos no son una prioridad. La importación de partes de computadoras y periféricos ya no tiene una licencia automática. Esto supondrá un aumento en el costo final de los productos.
Entre los dispositivos afectados se encuentran tanto las placas de video como los cargadores de batería, los teclados y las consolas de juegos.
A discreción del gobierno y con demora
Las empresas que quieran traer estos productos al país deberán solicitar una autorización al gobierno. Las autoridades podrán negar el permiso. Las empresas que obtengan el permiso accederán al mercado cambiario para poder adquirir los dólares para la compra.
Sin embargo este acceso tendrá una demora de unos 180 días, lo que naturalmente, considerando la inflación en Argentina, obliga a un cálculo de encarecimiento de costos. Por lo pronto varios proveedores advirtieron que los aumentos podría estar cercanos al 30%.
Medido y controlado
El gobierno argumenta que es necesario cuidar los dólares y controlar el crecimiento desmedido de ciertas importaciones. Apuntan que durante el último semestre se importó lo mismo que suele importarse durante un año.
En Julio las importaciones aumentaron un 47,3% respecto a igual periodo el año anterior.
Solo para establecer un contexto. La industria de servicios informáticos es uno de los sectores que más crece en Argentina. Recientemente, según datos oficiales, llegó a los 140 mil puestos de trabajo. Lo que supone un incremento del 10,8% de un año a otro (datos de mayo).
Por lo dicho el aumento en las importaciones podría verse como un signo de reactivación económica. Sin embargo el gobierno sospecha.
Rubros en la mira
Las autoridades señalan que quieren ver si los insumos se destinan a la función que tienen que cumplir.
Entre los productos examinados aparecen las placas de video. Se sospecha que su aumento está relacionado con el minado de criptomonedas. No todo el mundo aprecia la industria, pero mientras el país no tenga una posición oficial contraria a la actividad es un negocio legítimo.
Por otro lado tenemos el aumento en la demanda de teclados y mouses. Desconocemos que usos alternativos pueden tener estos periféricos.
Aunque hasta cierto punto es entendible que ante la escasez se quieran establecer prioridades, la idea de que el gobierno decida que usos son legítimos o no, nos parece cuestionable.