Mientras los preparativos para su asunción avanzan en Washington con un despliegue masivo de tropas que demuestra el nivel de tensión política que vive la capital, el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, eligió mostrar una cara más amable en esta transición, a solo dos días de su ceremonia de investidura. Biden eligió pasar el feriado, en conmemoración al nacimiento del líder del movimiento negro de derechos civiles Martin Luther King Jr, en el estado de Pensilvania, donde ayudó a distribuir comida a los que más lo necesitan en medio de la pandemia y la crisis económica. "El servicio es una forma adecuada de comenzar a sanar, unir y reconstruir este país que amamos", afirmó sonriente Biden, de 78 años, en un video que publicó en su cuenta de Twitter. La imagen no solo buscaba contrastar con las vallas de seguridad y la militarización del corazón de Washington, sino también con la desaparición pública de quien será su antecesor en solo unos días, el presidente saliente Donald Trump.
Hace días que la agenda del mandatario está en blanco -en realidad la Casa Blanca informa que "trabajará y hará llamadas" todo el día- y que no habla con la prensa.
A diferencia de Biden, que sigue muy activo en sus redes sociales, Trump fue suspendido de todas ellas por tiempo indefinido y, por ahora, salvo alguna excepción, parece no haber elegido retomar la comunicación más tradicional de los mandatarios estadounidenses: los comunicados de prensa.
Ante su silencio, una lluvia de versiones periodísticas pronostican cuáles serán sus pasos en sus últimas horas en el poder.
Según CNN y otros medios, Trump planea firmar una larga lista de indultos mañana, que podrían incluir al expía exiliado en Rusia Edward Snowden, al fundador de Wikileaks actualmente en una batalla legal en Londres para no ser extraditado a Estados Unidos, Julian Assange, y a su exasesor e ideólogo de la llamada nueva derecha Stephen Bannon.
Otra versión, difundida por el diario británico The Guardian, sostiene que Trump está preparando una ceremonia de despedida paralela en la base de la Fuerza Aérea Andrews, en Maryland, estado vecino de la capital, para unas horas antes de la asunción de Biden.
Trump ya había dicho que no participaría de la investidura presidencial, pero no anunció aún ninguna ceremonia excepto su salida de la capital, potencialmente a Florida, donde suele refugiarse en uno de sus resort de golf preferidos.
Según The Guardian, Trump ya comenzó a enviar invitaciones para un último acto de despedida en la base aérea, de donde luego partiría hacia Florida.
Mientras Trump prepara su salida del poder y Biden su ingreso, en Washington la tensión, desatada por el ataque al Capitolio de hace dos semanas que terminó con cinco muertos y la irrupción de cientos de manifestantes en la sede del Poder Legislativo, sigue siendo muy alta.
Aunque el Pentágono sostuvo hoy que no tiene información de ninguna potencial amenaza interna para la asunción de Biden, el FBI anunció que investigó a los miles de miembros de la Guardia Nacional que llegaron de todo el país para reforzar la seguridad de la capital para evitar posibles infiltraciones.
"Queremos asegurarnos de que tenemos a las personas adecuadas en la burbuja", dijo a Fox News el general William Walker, jefe de la Guardia Nacional de Washington, según reprodujo la agencia de noticias AFP.
Poco después, uno de los ensayos preliminares fue interrumpido por "una amenaza externa", según denunció la Policía, que luego informó que se trató de una falsa alarma.