Gobiernos y organismos internacionales expresaron este lunes su preocupación por la velocidad de propagación de las nuevas cepas de coronavirus, los cuestionamientos a la vacuna del consorcio británico Oxford/AstraZeneca y las perspectivas económicas en los países de América latina.
Mientras tanto, el mundo acumuló más de 106 millones de infectados y de 2,3 millones de muertos por la enfermedad desde el comienzo de la pandemia, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia, un estudio publicado este domingo por expertos del Instituto de Investigación Scripps, aún sin revisión de otros científicos, despertó alarma al afirmar que la variante británica del coronavirus se propaga rápidamente en Estados Unidos.
De acuerdo con el informe, esa mutación amenaza con un aumento de los contagios en momentos en que su prevalencia ya se duplica aproximadamente cada 10 días, según la agencia de noticias AFP.
“La continua propagación de variantes sigue siendo una fuente de gran preocupación y representa una amenaza que podría revertir las tendencias positivas recientes”, advirtió hoy la directora de la red estatal de Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky.
“Las dos cosas que podemos hacer son: asegurarnos de que estamos respetando las medidas de salud pública y asegurarnos de que se vacune a la mayor cantidad posible de personas lo antes posible”, sostuvo a su vez el principal asesor médico de Biden para la pandemia, Anthony Fauci.