Casi un millón de británicos podrían perder sus hogares cuando finalice la prohibición de los desalojos en Inglaterra ordenada para paliar los efectos sanitarios originados por la pandemia de coronavirus, según las organizaciones benéficas.
Aproximadamente 400.000 inquilinos ya han recibido avisos de desalojo o se les ha dicho que los esperen, mientras que otras 450.000 familias están en mora con el pago del alquiler, según la Fundación Joseph Rowntree.
Polly Neate, directora ejecutiva de Shelter, una organización benéfica inglesa para personas sin hogar y vivienda que defiende el derecho a un hogar digno y seguro, dijo que el fin de la prohibición de desalojos por coronavirus en Inglaterra podría ser el "principio del fin" para muchas personas que alquilan.