El gobierno de Corea del Norte buscó dar una muestra de su potencial militar con la exhibición de un misil balístico que puede ser lanzado desde submarino, en un desfile militar celebrado en Pyongyang y apenas minutos después de que el líder Kim Jong-un declarara que Estados Unidos es “el principal enemigo” del país.
El desfile fue al término del congreso del gobernante Partido de los Trabajadores, que no se reunía desde hacía cinco años y una imagen difundida por la estatal agencia KCNA muestra a cuatro camiones militares cada uno paseando un misil de enormes proporciones.
"El arma más potente del mundo, el misil balístico lanzado desde un submarino, entró en la plaza, uno tras otro, demostrando fuertemente el poderío de las fuerzas armadas revolucionarias", indicó KCNA.
En el desfile también se mostraron cohetes con una "poderosa capacidad de ataque para aniquilar totalmente a los enemigos, de forma preventiva, fuera del territorio".
Antes de esa parada militar, el titular de Defensa, Kim Jong Gwan, anunció que "las majestuosas unidades de élite y las filas invencibles de la República que cruzarán orgullosamente la plaza Kim Il Sung representan nuestro poder absoluto".