El papa Francisco recibió este lunes en el Vaticano al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, en medio de las tensiones en el Obispado estadounidense entre sectores conservadores y progresistas y con las divergencias entre Roma y Washington por la relación con China.
Francisco recibió a Biden en la Biblioteca Privada del Palacio Apostólico, "en un clima cordial" y durante 40 minutos, informó el vocero papal, Matteo Bruni, en un comunicado.
La reunión, en el marco de una gira de Blinken por Europa, fue la ocasión para que el Papa "recuerde su viaje de 2015 y exprese su afecto y atención al pueblo de los Estados Unidos", dijo Bruni.
El encuentro se dio en medio del clima de división entre los obispos estadounidenses, con un sector conservador que presiona para endurecer las posturas frente a Biden, que es católico y defiende la despenalización del aborto vigente en su país.
La reunión tuvo también como marco las divergencias entre Roma y Washington por la relación con China, que ya fue uno de los principales puntos de división bilateral durante la administración del exmandatario Donald Trump.
El Vaticano mantiene un constante acercamiento al país asiático, que incluyó un histórico acuerdo bilateral en 2018 para la designación conjunta de obispos y que fue renovado en 2020 pese a las presiones públicas del antecesor de Blinken, Mike Pompeo.
Este lunes, de todos modos, el Vaticano expresó por primera vez su "preocupación" por la situación en Hong Kong, cuando el "canciller" del Papa, Paul Richard Gallagher, que también se reunió con Blinken, reconoció que a la Santa Sede le gustaría poder actuar en el territorio chino pero es consciente de las limitaciones que encuentra.
El tema de "los derechos humanos y la libertad religiosa" en el país asiático fue uno de los ejes de un encuentro que Blinken tuvo luego con el secretario de Estado vaticano Pietro Parolin y con el responsable de las relaciones internacionales de la Santa Sede, Gallagher, informó un comunicado del Departamento de Estado.
Según fuentes vaticanas, el encuentro de este lunes se considera el primer paso de una reconstrucción "gradual" del vínculo bilateral, tras la distancia que existió durante el Gobierno de Trump, y es un paso de preparación para el casi seguro encuentro que Francisco y el presidente Joe Biden tendrán en octubre, cuando el mandatario estadounidense participe en Roma de la cumbre de líderes del G20.