Estados Unidos no pretende apartar a China de la economía mundial, sino que quiere que Pekín se adhiera a las normas internacionales, según se espera que diga el jueves el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, en un discurso muy esperado.
Washington no impedirá a China el crecimiento de su economía o la promoción de los intereses de sus ciudadanos, según los extractos del discurso del Departamento de Estado que esbozan la estrategia de Estados Unidos para hacer frente al ascenso del país como gran potencia.
Sin embargo, defenderá y reforzará el derecho y las instituciones internacionales que mantienen la paz y la seguridad y hacen posible que los países —incluidos Estados Unidos y China— coexistan y cooperen, dirá el secretario de Estado estadounidense.
"No buscamos el conflicto ni una nueva Guerra Fría. Al contrario, estamos decididos a evitar ambos", dirá Blinken en el discurso que pronunciará en la Universidad George Washington.
Las relaciones entre Estados Unidos y China se hundieron a su nivel más bajo en décadas bajo la Administración Trump y se han agriado aún más durante la presidencia de Joe Biden, que hasta ahora ha mantenido los amplios aranceles de su predecesor sobre los productos chinos, pero también ha buscado estrechar lazos con los aliados en el Indo-Pacífico y otras regiones para hacer frente a la creciente influencia de Pekín.
No obstante, tras diecisiete meses de Gobierno, Biden ha recibido críticas de los republicanos y de algunos observadores de la política exterior por no haber anunciado una estrategia formal sobre China, la segunda economía del mundo y el principal rival estratégico de Washington.
Las crisis extranjeras, como la complicada retirada de Estados Unidos de Afganistán el año pasado y la guerra que Rusia mantiene en Ucrania, han creado distracciones para Biden, que se ha comprometido a no dejar que China supere a Estados Unidos como líder mundial durante su mandato.
Sin embargo, su administración ha tratado de aprovechar la nueva solidaridad con los aliados impulsada por la crisis de Ucrania y por la asociación "sin límites" que China anunció con Moscú pocas semanas antes de la invasión del 24 de febrero.
El discurso de Blinken coincide con el inicio de una amplia gira del ministro de Asuntos Exteriores chino por los países insulares del Pacífico, un frente cada vez más tenso en la competencia por la influencia entre Pekín y Washington y sus aliados.
Blinken dejará claro que el "enfoque inquebrantable" de Washington sigue siendo el Indo-Pacífico y China, según dijeron los responsables estadounidenses a los periodistas.