Cuatro empleados de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos fueron remitidos a una revisión disciplinaria por el trato que dieron a inmigrantes haitianos a quienes trataron de empujar a través del Río Grande utilizando caballos en septiembre, dijeron funcionarios de la agencia el viernes.
La CBP publicó un informe de más de 500 páginas sobre el incidente, que fue ampliamente filmado y fotografiado. El comisionado de la agencia, Chris Magnus, dijo en una conferencia de prensa que el proceso disciplinario relacionado con el incidente del 19 de septiembre está en curso y no identificó a los empleados.
Testigos de Reuters en ese momento vieron a agentes montados con sombreros de vaquero bloqueando los caminos de los migrantes, y a un oficial sosteniendo riendas de caballo que parecían un lazo, que agitó cerca de la cara de un hombre que cargaba una bolsa de comida luego de cruzar el río Bravo rumbo a un campamento improvisado en Estados Unidos.
Magnus agregó que el informe dice que ningún migrante fue golpeado con las riendas con que los agentes fueron fotografiados mientras las movían en su dirección.
No obstante, el informe describió el comportamiento inapropiado de los agentes hacia los haitianos, incluidos gritos obscenos e insultos relacionados con la nacionalidad de un migrante, y el uso de fuerza innecesaria contra los migrantes que intentaban ingresar nuevamente a Estados Unidos con alimentos.
La investigación encontró que un agente a caballo agarró a un hombre y lo hizo girar en un incidente ampliamente fotografiado, que tuvo lugar cerca de un extenso campamento a orillas del río en Del Rio, Texas, que se formó después de la rápida llegada de miles de inmigrantes haitianos a la frontera entre Estados Unidos y México.
El incidente se originó, según el informe, cuando los funcionarios del Departamento de Seguridad Pública (DPS) de Texas, también en el lugar, pidieron ayuda a la Patrulla Fronteriza.
La falta de un comando claro llevó a los agentes a seguir de manera inapropiada las instrucciones del DPS para evitar que los migrantes, que iban con frecuencia a México para traer alimentos y suministros que escaseaban en el campamento improvisado, cruzaran el río de regreso a Estados Unidos.
"Ya estamos tomando medidas para garantizar que una situación como la que ocurrió en Del Rio no vuelva a ocurrir", dijo Magnus.