El jefe de Estado italiano rechazó el jueves la dimisión del primer ministro Mario Draghi y le pidió que se dirija al Parlamento para tener una visión clara de la situación política, según un comunicado de la oficina del presidente Sergio Mattarella.
Draghi había anunciado también el jueves que dimitiría, después de que un partido de su coalición de Gobierno no participó en una votación de confianza.
"La coalición de unidad nacional que respaldaba a este Gobierno ya no existe", dijo el expresidente del Banco Central Europeo, luego de que el Movimiento 5 Estrellas (M5E) se negó a respaldarlo.
La moción de confianza se había convertido en un punto de tensión dentro de la amplia coalición de Draghi, mientras sus partidos se preparan para luchar entre sí en unas elecciones nacionales previstas para principios de 2023.
La moción la planteó el propio Gobierno con el fin de acelerar la tramitación de un paquete de ayudas contra la inflación -evitando la presentación de enmiendas-, una estrategia habitual en el Parlamento italiano.
La decisión del M5E de boicotear la votación desencadenó la secuencia de eventos que llevó a Draghi, de 74 años, a decir que renunciaría.
Draghi había dicho que no quería liderar un Gobierno sin el M5E, que fue el mayor partido en las anteriores elecciones de 2018, pero que desde entonces ha sufrido deserciones y una pérdida de apoyo público.
Mattarella puede intentar persuadir a Draghi para que forme otro Gobierno, encuentre un nuevo líder provisional que lleve a Italia a unas elecciones el próximo año o convoque a elecciones anticipadas.
Italia no ha celebrado elecciones en otoño desde la Segunda Guerra Mundial, ya que normalmente es el momento en el que se elabora y aprueba el presupuesto en el Parlamento.