El único detenido por el crimen de Alfredo Poggetti, el policía federal retirado asesinado de un disparo en la cabeza el mes pasado durante un intento de entradera en su casa del barrio porteño de Barracas, se negó hoy a declarar pero los investigadores confirmaron que tiene amputada la falange de un dedo y creen que esa lesión se produjo cuando la víctima disparó su arma en un intento de defensa.
Fuentes judiciales informaron que el imputado Leandro Javier Berón de Astrada (20) prefirió no declarar al ser indagado este mediodía por el juez en lo Criminal y Correccional 60, Luis Schelgel, y por el fiscal Pablo Recchini, en el marco de la causa por el homicidio de Alfredo Poggetti.
Berón de Astrada, quien fue apresado el martes pasado en la localidad bonaerense de Dock Sud, continuará detenido acusado de "homicidio agravado por haber sido cometido con el concurso premeditado de dos o más personas", delito que prevé prisión perpetua.
Si bien cuando fue detenido por detectives de la División Homicidios de la Policía Federal (PFA), se informó que presentaba una lesión en una mano, los investigadores judiciales del caso pudieron constatar hoy en la diligencia –realizada por videollamada-, que Berón de Astrada tiene amputada la última falange de uno de sus dedos meñiques.
Los informes médicos indican que dicha lesión data de aproximadamente un mes –tiempo que transcurrió desde el día del hecho-, y además se descubrió que el imputado ya tenía una fecha para operarse del dedo en un hospital de Avellaneda.
Los investigadores saben que al menos uno de los cuatro autores del crimen escapó lastimado de la escena dejando un reguero de sangre.
Fuentes judiciales revelaron que la sospecha del juez Schegel y el fiscal Recchini es que Berón de Astrada pudo haber perdido parte de su dedo cuando Poggetti llegó a efectuar al menos dos disparos con un revólver con el que intentó defenderse, antes de ser asesinado.
Por ello, el juez ordenó la extracción compulsiva de sangre del imputado, para un estudio de ADN en el que su perfil genético será cotejado con las manchas hemáticas que quedaron en la escena.
En tanto, el hombre y la mujer que durante los allanamientos también fueron detenidos, pero por la tenencia de un revólver calibre .32 secuestrado, también fueron indagados y se defendieron diciendo que el arma había sido plantada por la policía.
Si bien ese revólver no está vinculado al crimen –se busca un calibre .38-, el arma de todas formas fue enviada a peritar al Sistema Nacional Automatizado de Identificación Balística (SAIB), para determinar si está involucrada en algún otro hecho delictivo.
Además, los pesquisas continúan buscando a Zaira Yanet Ozuna Villalba (18) y dos jóvenes de nacionalidad paraguaya llamados Luis Enrique Palacios Estigarribia (19) y Kevin Andrés Limenza González (21), quienes son los otros tres presuntos implicados en el crimen que tienen pedido de captura nacional e internacional con alerta roja en Interpol, ya que se sospecha que alguno pudo haberse fugado del país.
La información obtenida por los investigadores de Homicidios de la PFA en tareas de campo en las villas de Barracas, el seguimiento de las imágenes de cámaras de seguridad que captaron a los autores antes y después del hecho, y el análisis exhaustivo de las redes sociales de los sospechosos, permitieron identificar a los cuatro imputados.
El crimen de Poggetti (66) ocurrió alrededor de las 20.15 del 18 de febrero último en la calle Río Limay al 1300 de Barracas, en la zona sur de la ciudad de Buenos Aires.
El suboficial retirado de la PFA había llegado junto a su esposa a la puerta de su vivienda a bordo de un Volkswagen Fox negro y cuando descendieron del vehículo para ingresar a la casa fueron interceptados con fines de robo por cuatro delincuentes, tres hombres jóvenes y una mujer.
Mientras la mujer se quedó de campana y reteniendo a la esposa de Poggetti, los tres ladrones abordaron al policía retirado, quien comenzó a forcejear con los asaltantes, extrajo un revólver Taurus calibre .357 con el que llegó a hacer dos disparos y terminó asesinado de un tiro en la cabeza.