Un par de semanas antes de que termine su mandato las empresas de Internet decidieron que ya habían tenido suficiente de Donald Trump y suspendieron sus cuentas.
Este incidene volvió a poner bajo la lupa el concepto de libertad de expresión en Internet.
Por dicho motivo nos pareció oportuno hacer algunos comentarios y aclaraciones al respecto. Es importante señalar que no estamos dando una opinión sino explicando ciertos aspectos de la actual situación en la red.
Privado y personal Nuestros espacios en las redes sociales no son privados en el sentido de la propiedad, dado que siguen perteneciendo a las empresas. Son personales. En cierto sentido cuando subimos imágenes o escribimos algo en Facebook estamos creando contenido para esa empresa, somo algo así como sus colaboradores.
Jurisdicción Lo primero que hay que tener en cuenta es que cuando accedemos a un servicio online la empresa que lo brinda está sujeta a las leyes del país desde el que trabaja. Por esta razón todas las grandes tecnológicas con sede en Estados Unidos, como Twitter, Facebook, Google o Apple, actúan según las normas de dicho país.
Lo que opine el país desde el que nos conectamos no importa.
Claro que no es tan sencillo, porque si una empresa estadounidense tiene servidores en otro país entonces eso supone que trabaja desde allí. Si venden publicidad a empresas en otros países, o recolectan datos de sus ciudadanos, esos países tienen algo que decir al respecto.
Algunos países como Rusia exigen servidores locales a las redes sociales para tener mayor control sobre sus acciones e incluso acceso físico a las bases de datos.
Libertad de expresión en Estados Unidos Si utilizas el servicio de una empresa estadounidense la libertad de expresión de la que gozas es la que está definida en dicho país.
En Estados Unidos la libertad de expresión no supone un derecho de acceso, es en realidad la garantía de que el estado no intervendrá para censurar a los ciudadanos.
Las empresas, y esto incluye a las redes sociales, no tienen obligación alguna de brindar acceso a sus servicios.
Nadie está obligado a facilitarte un medio para que te expreses libremente.
Técnicamente, siempre puedes crear tu propio servidor desde tu casa y armar una red o servicio de mensajería. En la práctica es una opción con poco valor.
Neutralidad de Internet y libertad de expresión La neutralidad de la información en Internet supone que la circulación de los datos no debe ser alterada para beneficiar un servicio o actividad y perjudicar a otros. Es un elemento introducido en etapas tempranas en su diseño y apreciado como una parte, de hecho, del derecho del consumidor (en relación a los proveedores de Internet).
Esta cualidad no se traslada a los servicios que ofrecen las empresas en Internet.
Las redes sociales pueden negar los servicio por las razones que deseen, siempre y cuando se involucren factores de discriminación establecidos como ilegales. Ejemplos comunes son raza, religión y orientación sexual.
Estados Unidos y Europa Europa es el segundo escenario de importancia en la definición de la libertad de expresión en los servicios de Internet. Por la importancia de su mercado y el peso político de la Unión Europea.
Cuando Twitter decidió suspender la cuenta de Donald Trump la canciller alemana Angela Merkel señaló a través de un portavoz que la acción de la empresa era problemática porque iba contra el derecho a la libertad de expresión.
¿Es Europa más libre?
Es algo complicado.
La Unión Europea tiene una perspectiva diferente a la de los Estados Unidos sobre como deben regularse las redes sociales.
Europa quiere que los entes reguladores tengan más poder y sean capaces de forzar cambios en las plataformas de Internet. Si un medio publica contenido ilegal estas serían las organizaciones encargadas de forzar su eliminación.
El modelo estadounidense también permite que el estado regule ciertos contenidos, pero alienta la moderación previa de las empresas. Esto también permite que no sean automáticamente responsables de lo que publican los usuarios en sus plataformas.
Bruno Le Marie el ministro de finanzas de Francia se sumó a las críticas de Merkel señalando que la regulación digital no debía estar en manos de una “oligarquía digital”, en referencia a las grandes compañlías estadounidenses. También apuntó que la regulación es un asunto que atañe a la soberanía de las personas, los gobiernos y el sistema judicial.
Para el marco legal estadounidense las empresas simplemente suspendieron la cuenta de un usuario que no cumplió con los términos de uso.
Lucha de poder Es importante considerar que más allá de las posturas ideológicas existen razones concretas para la postura de cada lado. Las empresas estadounidenses de servicios en Internet dominan los mercados europeos y el contrapoder de los países del viejo continente son las organizaciones reguladoras.
La diferencia entre un modelo y otro es una cuestión de preferencia sobre en qué instancias y cómo se regula el contenido.
Europa estableció un código de conducta en 2016 para obligar a las redes sociales a luchar contra el discurso del odio. En Alemania si una red social no elimina este tipo de material en 24 horas puede recibir una multa de unos EUR 50 millones.
Según autoridades europeas el sistema ha probado ser efectivo.
Cabe recordar que recién en 2020 Facebook estableció como norma que las publicaciones en las que se negaban delitos de lesa humanidad bien documentados, como el holocausto, debían ser eliminadas. En 2018 Zuckerberg había señalado que Facebook no debía simplemente eliminar contenido que, según sus propias palabras, en ocasiones era fruto de un error no intencionado.
Mucho ha pasado para que el CEO de Facebook cambiara de postura.
Avances y abusos europeos En 2019 la Corte de Justicia de la Unión Europea estableció que Facebook debía remover comentarios difamatorios en todo el mundo si el contenido era considerado ilegal en uno de los estados de la Unión Europea.
Esto supone que una persona y organización en Europa puede pedir la remoción de contenido en otro país fuera de la Unión, aun cuando dicho contenido no sea ilegal allí. Por supuesto, esto no le otorga un poder internacional, pero si una corte europea amenaza con sanciones es posible que una empresa que brinda servicios considere ajustarse a las demandas.
El caso polaco El gobierno polaco ha impulsado recientemente una ley que busca impedir que las plataformas en Internet borren contenido o suspendan usuarios si estos no rompen las leyes locales.
La propuesta para la protección del la libertad de expresión supone la creación de un consejo con la capacidad para ordenarle a las redes sociales, como Facebook o Twitter, la restauración de datos borrados o el desbloqueo de usuarios. Si la empresa no responde en 24 horas recibirá una multa.
Según las autoridades polacas la ley es una respuesta a las acciones de censura ideológica de las redes sociales.
Lo que es considerado un límite lógico en un país puede ser señalado como censura en otro.
Convivencia Fuera de Estados Unidos y Europa existen otros intentos por regular la libertad de expresión en las redes sociales y la responsabilidad de estos medios sobre el contenido. En la mayoría de los casos la aceptación de las normas por parte de las empresas de Internet es una forma de estar en buenos términos con los gobiernos.
Empresas como TikTok tienen como política ajustarse a las leyes locales. En algunos casos esto puede perjudicar el derecho a la libertad de expresión cuando gobiernos más autoritarios intentan imponer sus normas.
Facebook ha sido acusada en numerosas ocasiones de dar el brazo a torcer y censurar a disidentes y opositores.
Este es nuestro breve resumen. La libertad de expresión en las redes sociales es un tema complejo. Nos gustaría conocer tu opinión.