Durante las últimas décadas los videojuegos han pasado de ser un hobby de algunos pocos a una forma de entretenimiento masiva y parte de la cultural general.
Como era de esperar tarde o temprano los chanchos iban a sumarse a la tendencia.
Hamlet, Ebony, Ivory y Omelette son parte de un experimento realizado por la Universidad Estatal de Pensilvania, Estados Unidos.
Aprendizaje El sistema utilizado para alentar la interacción de los animales con el juego es simple y conocido, se les ofrecía un estímulo positivo cada vez que realizaban cierta tarea. Los cerdos obtenían una recompensa alimenticia cada vez que vencían el nivel de un juego.
Durante una primera etapa los cerdos fueron entrenados con un joystick desconectado y los científicos con el control real.
La idea era que entendieran que había una conexión entre el movimiento del comando y el movimiento del cursor en la pantalla y una recompensa cuando se daban ciertas circunstancias. Aún en ese momento se descubrió que sus movimientos con el hocico tenían cierta intención y foco.
Animales sociales Un detalle interesante es que durante las pruebas el distribuidor de comida se rompió. Sin embargo los animales siguieron jugando cuando eran alentados por las palabras amables de los investigadores. Los científicos especulan que lo hacían porque disfrutaban el contacto social.
Resultados Los investigadores han destacado que el hecho de que los animales hayan entendido la conexión entre el joystick y el juego es importante. También apuntaron el simple hecho de que son animales de vista lejana y sin manos.
Sin embargo los resultados no fueron parejos, Ivory consiguió vencer al juego en un 76% de las ocasiones, pero Ebony solo lo logro en el 34%.
Uno de los objetivos del estudio es demostrar el nivel de inteligencia de los cerdos y como la forma en que los seres humanos interactúan con ellos puede impactar su conducta.
Imaginamos que otro es que algún día un cerdo termine todos los Dark Souls.