Anthem iba a ser el próximo gran éxito de Bioware, era ambicioso, colorido e intenso.
Tenía como contra que saldría a competir en un mercado donde existían títulos consolidados desde hace ya varios años, como por ejemplo Destiny y Warframe.
Tenía a su favor el haber despertado un gran nivel de entusiasmo entre los aficionados.
Un entusiasmo que muy pronto defraudó, el juego estaba lejos de ofrecer lo que las secuencias de video armadas mostraban, tenía poco contenido y, peor que todo lo anterior, el rendimiento era pésimo. El tiempo de cargo del juego fue uno de los más grandes absurdos de la historia de los videojuegos.
Desenchufado Pasaron ya 3 años desde el lanzamiento de Anthem, muchos jugadores ya casi se han olvidado de su existencia. Otros esperaban una nueva historia de redención en el mundo de los videojuegos.
Pero no será este el caso.
Hace unas horas el productor ejecutivo de Anthem ha señalado que la compañía ha tomado la decisión de no continuar con el desarrollo de Anthem Next, la expansión que intentaba relanzar el juego y recapturar el interés de los aficionados.
Christian Dailey le ha echado la culpa a la pandemia y a la caída de la productividad por el teletrabajo.
Los empleados han sido reasignados a otros proyectos, en particular las siguientes entregas de Dragon Age y Mass Effect.
Los servidores de Anthem seguirán activos por el momento, simplemente no recibirán actualizaciones.
Una historia preocupante Quizás uno de los aspectos más preocupantes de Anthem es que su desarrollo no fue excepcional, sino similar al ocurrido con títulos exitosos como Dragon Age Inquisition. Falta de coordinación, horas de trabajo excesivas, personal estresado, y una idea fantasiosa de que todo iba a terminar bien al final de forma casi mágica.
Con Dragon Age Bioware tuvo suerte, con Anthem no. Esperemos que la empresa haya aprendido la lección.