Una investigación del parlamento británico ha traído a la luz, una vez más, las quejas de la industria musical contra Internet, en particular contra YouTube.
La posición fue apoyada por las empresas de streaming, Spotify y Apple Music.
La queja de los músicos Los servicios de suscripción se han convertido en las principales fuentes de ingresos para la industria. Al mismo tiempo se han establecido como competidores de la piratería. Son opciones asequibles, sencillas y legales.
Sin embargo los músicos no están muy felices, dado que el gran porcentaje de los ingresos generados por estas fuentes quedan en manos de los sellos musicales.
Esta desproporción en las ganancias generadas no es nueva, de hecho ha sido una característica propia de la industria discográfica desde hace décadas.
La falta de un buen pago a los artistas es la problemática principal de la que se está ocupando el parlamento.
Pagos y suscripciones Las empresas han dado sus explicaciones.
Algunas plataformas, como Spotify, pagan poco por cada transmisión de un tema. Según Geoff Taylor, ex director ejecutivo del grupo empresarial BPI, esto sucede porque los precios de Spotify no se han actualizado en 10 años a pesar de la inflación.
Y según Taylor la culpa la tienen los rivales que ofrecen contenido similar de forma gratuita. Uno de los principales culpables sería YouTube.
Para el ejecutivo la piratería sigue siendo un gran problema, y YouTube contribuye a este fenómeno. Los representantes de Spotify y Apple Music han apoyado este diagnóstico.
Es cierto que en YouTube existe una gran cantidad de videos subidos en canales que no tienen los derechos para ofrecerlos, sin embargo, si es por una cuestión de oferta, hay que considerar que las discográficas siguen subiendo videos de los temas de los artistas a YouTube. De esta forma contribuyen a la misma situación de competencia asimétrica de la que se quejan.
Cabe señalar que YouTube tiene un servicio de streaming de música, aparte de su tradicional plataforma de videos.
Obviamente, YouTube es una gran plataforma de promoción. La disputa en realidad puede estar en la cantidad de dinero que YouTube paga a las empresas actualmente.
Por otro lado, la explicación de las discográficas no alcanza a despejar la pregunta sobre por que a los artistas les toca tan poco en proporción.