Pocas complicaciones le quedan a Facebook para perjudicar aún más su imagen. Ahora podemos descartar otra: la venta de áreas protegidas del Amazonas a través de su sistema de publicidad.
Regiones del bosque lluvioso han aparecido en los clasificados de la plataforma, incluyendo parques nacionales y reservas indígenas.
Las operaciones propuestas son, por supuesto, ilegales. Muchos de los vendedores admiten no tener un documento que pruebe que son propietarios de las tierras.
Ante este incidente Facebook ha recordado que los vendedores y compradores deben cumplir con las leyes y regulaciones y apuntado que está dispuesta a colaborar con las autoridades locales.
Negligencia local El gobierno brasileño parece no estar dispuesto a evitar las ventas. La deforestación en Brasil ha alcanzado niveles récord.
Una gran cantidad de avisos provienen del estado de Rondonia.
Aunque la deforestación es impulsada por la industria agrícola ganadera, muchos de los vendedores son en realidad oportunistas que simplemente despejaron un área y la anuncian como si les perteneciera.
Algunos de ellos esperan obtener una amnistía que le otorgue el derecho sobre la tierra.
Una estrategia común es realizar la deforestación y luego pedir el fin de la protección del terreno dado que ya no cumple con su función original. Una vez que esto ocurre los apropiadores compran el terreno al gobierno legalizando así sus acciones.
Demasiado difícil Los líderes indígenas le han pedido a Facebook que hago algo más.
La compañía en cambio ha señalado que descubrir cuáles ventas son ilegales sería una tarea demasiado compleja. Por lo que las autoridades locales deben ser las que se encarguen de este problema.
Sin embargo Facebook podría elegir no publicar ningún aviso de este tipo, como hizo con la publicidad política durante las elecciones estadounidenses.