Un equipo de investigadores de del MIT, Harvard y la Universidad de Hong Kong ha desarrollado una tecnología que permite construir drones que lucen y se mueven como insectos.
Kevin Yuteng Chen, miembro del Departamento de Ingeniería Electrónica y Ciencia de la Computación así como del Laboratorio de Electrónica de la universidad, es el autor principal del nuevo sistema.
El científico espera que algún día los ingenios fabricados con esta tecnología colaboren con los seres humanos en la inspección de maquinaria en espacios reducidos o realicen tareas de polinización como sus contrapartes biológicas. También podrían emplearse en tareas de rescate.
Cambio de escala Chen explica que los drones suelen funcionar con motores, pero estos pierden eficiencia a medida que se reduce su tamaño. Por dicha razón los drones suelen set bastante grandes y se encargan de tareas en espacios abiertos.
Para tareas en espacios cerrados es necesario contar con drones más pequeños y ágiles, lo que exige un nuevo sistema de propulsión.
Alas de insecto Hasta ahora la solución ha sido utilizar actuadores rígidos construidos de cerámicos piezoeléctricos. Esto los hace muy frágiles. El diseño creado por Chen emplea actuadores suaves hechos de delgados cilindros cubiertos con nanotubos de carbono.
Cuando se aplica voltaje a los tubos estos se mueven y contraen. Al repetir este proceso constantemente se consigue un movimiento que permite reproducir el aleteo de las alas de un insecto.
¿Qué tan rápidos pueden ser estos actuadores? Las alas de los modelos prácticamente han llegado a los 500 movimientos por segundo. Lo más importante es que el diseño resiste este esfuerzo sin problemas.
El sistema de vuelo es superior al que se obtiene con otros esquemas dado que los actuadores se recuperan fácilmente de los choques y son mucho más ágiles que las hélices.
Como dato curioso se cree que la construcción de drones que vuelan como insectos también podría ser un gran paso para aprender como se desplazan estos animales.