La insensatez humana no tiene un límite establecido. Tampoco el absurdo.
Hace poco les contamos de la venta del primer tuit de Jack Dorsey, el fundador de Twitter.
Lo que en realidad se ofrecía era un certificado de propiedad a través de un token firmado por el autor y creado bajo el esquema NFT que garantiza su caracter de único y no reproducible blockchain mediante.
Con el token eres dueño de un documento que dice que eres dueño de otra cosa que en realidad no puedes poseer.
Crítica del mercado del arte Morons era una obra de arte del conocido artista callejero Banksy. En ella se retrataba una subasta en Christies con una intención crítica hacia el mercado del arte.
El objeto que era subastado en la escena era un cuadro en blanco con la inscripción “I can’t believe you morons actually buy this.», en español, No puede creer que ustedes idiotas compren esto.
Bansky parece tener algo contra las subastas. Cabe recordar el incidente ocurrido hace años con la obra Niña con un globo, que se autodestruyó luego de ser vendida por más de un millón de dólares.
Venta de la crítica Decimos que Morons era una obra de arte porque fue destruida.
En esta ocasión el responsable no fue el autor sino Injective Protocol, una firma dedicada a la tecnología blockchain que en su momento adquirió la impresión por unos USD 95 mil.
La impresión se quemó durante una transmisión en vivo en la cuenta de YouTube BurntBanksy.
Según el joven que aparece en la transmisión la destrucción se realizó para asegurar que nadie pudiera tomar posesión de la obra y de esta manera se asegurara el valor del NFT como certificado de propiedad.
La acción ha despertado polémica y algo de confusión. ¿Es una crítica similar a la realizada por Banksy? ¿Es la asimilación de la crítica por parte del mercado del arte? ¿O simplemente se trata de un truco publicitario absurdo?