Hace un par de días dos personas murieron en una accidente que involucró a un automóvil Tesla. El vehículo chocó contra un árbol y se prendió fuego en la ciudad de Houston, Texas.
El fuego probó ser excepcionalmente difícil de apagar, lo que obligó a las autoridades a contactar a la compañía para solicitar su ayuda con este problema. Cuando las llamas por fin se extinguieron poco y nada quedaba del automóvil.
Casi un misterio Todavía no se conoce la causa del accidente. Hasta ahora la hipótesis es que el vehículo estaba viajando a gran velocidad y falló al momento en que debía tomar una curva.
El detalle más curioso es que uno de los dos ocupantes del automóvil fue encontrado en el asiento frontal del acompañante, mientras que el otro apareció en el asiento trasero.
Nadie estaba conduciendo.
Se desconoce aún si el sistema de autopiloto estaba activado.
Aunque Tesla hace tiempo no tiene una oficina de prensn, su CEO, Elon Musk, señaló a través de Twitter que los datos recuperados sugieren que el sistema de autopiloto no había sido activado y que el dueño no había adquirido la opción para manejo automatizado completo.
Prudencia e imprudencia Aunque los sistemas de manejo automatizado han avanzado mucho, todavía no existe ninguno lo suficientemente confiable y efectivo para no necesitar supervisión humana. Las personas todavía deben estar ahí para hacer correcciones.
Tesla ha advertido a sus usuarios que el sistema de autopiloto no es lo mismo que un sistema de manejo automatizado completo.
Muchos usuarios y aficionados han criticado las denominaciones utilizadas por Tesla, apuntando que el término autopiloto debería ser reservado para la opción de manejo automatizado. Su uso actual, se señala, es confuso y peligroso.
Todo lo observado hasta ahora parece indicar que los tripulantes del Tesla creyeron que el auto podía hacer algo que en realidad no podía. La velocidad a la que iban también podría indicar el nivel de imprudencia con el que se manejaban.