Los gobiernos nacionales han comenzado, desde hace ya varios meses, ha examinar el funcionamiento de las criptomonedas y el impacto que pueden producir en la economía en general, también han impuesto ya algunas condiciones y límites.
Para Argentina 2021 parece ser un año clave. El Banco Central ya había iniciado una investigación y pedido datos a bancos e instituciones financieras a raíz de las inquietudes que estas organizaciones habían expresado sobre como debían manejarse con las criptomonedas.
La crisis económica ha llevado a muchas empresas a promocionar estas opciones como una forma de invertir y preservar valor.
Pero tanto el BCRA como la Comisión Nacional de Valores han advertido que es necesario ser prudentes y establecido algunos puntos de preocupación.
Señalamientos El comunicado expresa:
Las criptomonedas no son monedas de curso legal. No tienen el respaldo de un banco central o gobierno, por lo que su aceptación no es obligatoria.
Las cotizaciones cambian mucho en poco tiempo. Esta volatilidad puede llevar a grandes pérdidas. Esta condición también se ha observado en la variación conocida como stable coins, que en teoría está diseñada para evitar tanto movimiento.
Las plataformas utilizadas para las transacciones con criptomonedas son vulnerables a los ataques informáticos. Esto puede suponer la imposibilidad de acceder a los activos cuando se los necesita para completar operaciones, o el robo de las claves de acceso de los usuarios.
Otro aspecto que alarma a las entidades es que los operadores de criptomonedas a menudo no ofrecen toda la información que necesitan los usuarios antes de invertir.
Tampoco existen mecanismos que eviten la manipulación en la formación de los precios, como si ocurre en los mercados de valores regulados. Una persona puede ver los valores de sus criptomonedas cambiar sin que exista un dato concreto y comprobable de la razón de dicho cambio.
El problema del uso ilegal Otro punto hecho por el BCRA y la CNV es el posible uso de las criptomonedas para el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.
El problema con las criptomonedas en este caso es que no permite realizar un seguimiento y análisis que en el caso de las divisas tradicionales a menudo supone el encendido de alarmas y el inicio de investigaciones y operaciones de inteligencia.
Una comprobación sencilla de esto es que los ataques de ransomware siempre exigen los rescates en criptomonedas. Argentina es el segundo país en intensidad de este tipo de ataques.