La pintura había sido recortada y las piezas extraídas se perdieron. Una pequeña copia del original, pero con un estilo notoriamente diferente, daba testimonio del contenido eliminado. The Night Watch es una pintura de Rembrandt producida en 1642. En 1715 fue instalada en el ayuntamiento de la ciudad de Ámsterdam, pero para que pudiera encajar en el espacio entre dos puertas se recortaron sus extremos.
Como resultado unos 60 cm a la izquierda, 7 cm a la derecha, 22 cm de la parte superior y 12 de la inferior se han perdido.
En este punto cabe tomarse un minuto para digerir el poco cuidado con el que se ha manejado esta obra de arte.
IA al rescate Volvamos al presente.
El Rijksmuseum de Amstardan es el actual hogar de la obra. Su último proyecto ha sido la restauración de las partes faltantes a través del uso de la tecnología de inteligencia artificial.
Para tal fin se han utlizado dos imágenes en el entrenamiento de la IA: un escaneo de alta resolución del original y una pequeña copia realizada por Gerrit Lundens en el siglo XVII en exposición en la Galería Nacional de Londres.
La copia incluye los fragmentos faltantes, mientras que el original sirve como testimonio de la técnica y la combinación de colores utilizadas por Rembrandt. En la copia existen muchas diferencias de estilo, no se trata de una reproducción al detalle.
Algo así como una restauración El museo quiso obtener de esta manera una versión lo más aproximada a lo que fue la pintura antes de que fuera recortada.
Como resultado se ha presentado en exhibición una versión completa de The Night Watch.
Como la mayoría de nuestros lectores no viven en Holanda tenemos la suerte de informarles que existe una sección del sitio web del museo que contiene una más que interesante presentación interactiva sobre la pintura y su reconstrucción.