La compañía prescindiría de esa cantidad de dinero sobre los pagos que tuviera que realizar la agencia si contrata a la empresa. A cambio espera un contrato con un precio fijo por su módulo de aterrizaje.
Jeff Bezos ha vuelto de su breve aventura espacial con, al parecer, una aún más fuerte convicción para convertir a Blue Origin en una empresa clave en la exploración espacial. Para conseguir este objetivo un punto fundamental son los contratos con la NASA.
El esfuerzo al que está dispuesto la compañía es importante y ha quedado plasmado en una reciente carta abierta al administrador de la agencia espacial. Bezos afirma que está dispuesto a resignar hasta unos USD 2 mil millones en pagos de la NASA durante los próximos 2 años fiscales a cambio de un contrato con un precio fijo por su modulo de aterrizaje.
Adicionalmente, Blue Origin financiará sus propias misiones en la órbita baja del planeta.
El contrato añorado El contrato al que Bezos se refiere es realmente importante, por lo que la empresa tiene mucho para ganar si lo obtiene, no solo a corto plazo sino para el resto de su existencia. Es también el contrato en el que la NASA se había decidido por Space X, dejando en su momento de lado a la empresa del dueño de Amazon.
Algo de razón tienen las quejas de Blue Origin, en tanto originalmente la NASA se había comprometido a trabajar con varios contratistas. Una práctica tradicional en la agencia que le brinda mayor seguridad en caso de que una empresa no logre honrar los objetivos previstos.
La elección de Space X como única empresa proveedora fue una decisión extraña.
El programa para construir el módulo de aterrizaje está actualmente suspendido gracias, precisamente, a la queja de Blue Origin que ha provocado una revisión por parte de los organismos de control del gobierno estadounidense.
Algo similar ocurrió con un proyecto de defensa en la red del Departamento de Defensa que había sido concedido a Microsoft, Amazon protestó y finalmente se canceló y reemplazó con un nuevo proyecto.