Aunque las historietas ya son una forma de arte reconocida, no son algo que las autoridades francesas habían calculado como el principal consumo para el proyecto de pase cultural. Unos EUR 80 millones fueron invertidos en esta iniciativa.
Francia lanzó hace poco una aplicación para smartphones que ofrecía a todos los jóvenes de 18 años la posibilidad de realizar compras culturales y unos EUR 300 como crédito. Podían ser libros, entradas para el teatro y el cine o cursos.
Lejos de intentar nuevas experiencias, o apuntarse a las manifestaciones artísticas ambicionadas por las autoridades, los usuarios han utilizado el crédito ofrecido para adquirir aquello que han disfrutado hasta ahora. Entre varios productos se destaca el Manga.
Aparentemente esto ha sido una gran sorpresa para muchos.
Los jóvenes no quieren lo que tu quieres que quieran.
Manga en Francia Las historietas japonesas son muy populares en Francia. La experiencia de la app solo ha servido como confirmación.
Del total de compras realizadas a través de la aplicación desde su lanzamiento en Mayo de 2021 un 75% son libros. Dos tercios de las adquisiciones de esta categoría son Mangas.
Promesas y críticas Emmanuel Macron había señalado durante el lanzamiento de la app que el país conseguiría una victoria formidable cuando los jóvenes ya no dijeran que ciertas obras literarias o películas no eran para ellos.
Con el objetivo de fomentar el arte menos popular se incorporaron una serie de listas curadas con ofertas de acceso VIP a eventos, conciertos, festivales y visitas a museos.
Muchos críticos han apuntado que las formas artísticas de mayor exigencia no fueron lo suficientemente promovidas. La aplicación además tenía pocas limitaciones. Por ejemplo, solo se podía gastar unos ERU 100 en ebooks, se podían comprar videojuegos pero solo de distribuidoras francesas y los títulos no podían contener violencia. Esto por ejemplo deja fuera de las opciones al excelente Othercide (Que aprovechamos para recomendar).
El proyecto costó unos EUR 80 millones.
La oposición ha acusado a Macrón de regalar dinero para conseguir el voto de los más jóvenes.