Todos los nuevos edificios construidos a partir de 2022 deberán incluir este tipo de instalaciones. Se espera que para 2030 quede prohibida la venta de automóviles con motores de combustión.
Boris Johnson, Primer Ministro del Reino Unido, ha anunciado un proyecto legislativo que tiene como objetivo promover la adopción de los vehículos eléctricos. Si la iniciativa avanza como es esperado todos los edificios británicos construidos a partir de 2022 deberán incorporar cargadores eléctricos para los autos.
Johnson hizo estas declaraciones en lunes, unos pocos días después de la cumbre COP26 destinada a establecer objetivos para combatir el cambio climático.
Un problema de infraestructura La idea es que tanto los hogares como los supermercados y los espacios de trabajo en general tengan estaciones de reaprovisionamiento para los autos eléctricos. La falta de una infraestructura de apoyo es uno de los escollos que esta tecnología ha tenido que afrontar. El establecimiento de este requisito podría facilitar enormemente la adopción de los nuevos vehículos.
La medida parece incluso una obligación lógica cuando se considera que el Reino Unido se ha planteado prohibir la venta de automóviles con motores de combustión para el año 2030. Nueve años para un cambio tan drástico no son mucho tiempo.
Actualmente existen unos 25 mil puntos de recarga en el Reino Unido. Autoridades británicas han establecido que se necesitará 10 veces esta cantidad para 2030. Con la nueva ley se calcula que podrían crearse unos 145 mil puestos por año.
Adaptación Johnson ha señalado que el país no puede continuar con el rumbo actual y debe adaptarse a la revolución verde. El Reino Unido espera alcanzar el punto de cero emisiones de carbono para 2050.