La operación intenta probar si es posible cambiar efectivamente la trayectoria de un asteroide a través de un impacto. Es la primera prueba de lo que podría convertirse en un sistema de defensa planetario.
La NASA le ha abajado el pulgar a un asteroide. El Dimorphos tiene las horas contadas.
En realidad la agencia espacial no planea realizar una operación de película y hacer explotar el asteroide. El objetivo es desviar su curso. La misión es el primer intento de una maniobra de este tipo. El principal interés es comprobar su efectividad.
Aunque relativamente raros, los impactos sobre el planeta de este tipo de objetos pueden ser devastadores. Por dicha razón el desarrollo de las capacidades para detectar y luego prevenir las colisiones se ha vuelto una prioridad.
DART La misión se conoce por el nombre clave DART, que es la sigla en inglés para Prueba de Redireccionamiento de Asteroide Doble. La técnica de desvío es conceptualmente sencilla, se trata de darle un buen golpe al asteroide. Toda la operación tiene un coste de unos USD 324 millones.
Dobles La sonda DART tiene como objetivo los asteroides Dimorphos y Didymos. Estos cuerpos espaciales componen un sistema binario. El segundo orbita el primero como si fuera una luna. Dado que los asteroides son relativamente pequeños y pasan bastante lejos de nuestro planeta, el lanzamiento ha requerido cálculos extremadamente precisos.
NASA y asociados Además del dispositivo desarrollado por la NASA en la operación participa un cohete de la empresa SpaceX y un satélite de compañía creado por la agencia espacial italiana que se encargará de tomar imágenes de la operación.
Un futuro incierto Hasta donde se sabe no existe ningún asteroide de más de 140 metros que esté cerca de impactar al planeta durante los próximos 100 años. Sin embargo solo un 40% de los asteroides que podrían tener trayectorias peligrosas han sido detectados hasta el momento.