El experimento fue llevado a cabo por científicos de la universidad de Cambridge. La planta produjo energía a través del proceso de fotosíntesis. El sistema, creado con material reciclable, podría ser una solución eficiente para las redes IoT.
Investigadores del departamento de Bioquímica de la Universidad de Cambridge consiguieron hacer funcionar un CPU ARM durante 6 meses utilizando algas como fuentes de energía. El sistema es similar en tamaño a una batería AA. Contiene una alga no tóxica conocida como Synechocystis. El alga captura la energía del sol a través de la fotosíntesis, las corrientes eléctricas que genera son capturadas por un electrodo de aluminio y utilizadas como energía para el procesador.
El procesador utilizado en la prueba fue un Arm Cortex M0+. Se eligió este modelo porque es comúnmente empleado en dispositivos IoT, y este entorno es el objetivo principal del desarrollo. El dispositivo fue colocado bajo luz natural y sometido a variaciones de temperatura.
Autonomía
Un aspecto a destacar es que el ingenio está fabricado con materiales reciclables de costo reducido. Esto permitiría el uso de la tecnología para dispositivos IoT en regiones remotas, donde pequeñas dosis de energía podrían ser suficientes y producir gran impacto.
Christopher Howe, autor principal del documento que presenta la investigación, destacó que el dispositivo de fotosíntesis no se agota como otras baterías, dado que continuamente está utilizando la luz como fuente de energía.
El alga no necesita ser alimentada, crea su propia comida a través de la fotosíntesis. Notablemente el dispositivo sigue ofreciendo energía durante los periodos de oscuridad. Los investigadores especulan que el alga procesa parte de su alimento cuando no hay luz.
Donde el litio no puede llegar
El uso de batería de algas podría apuntalar el desarrollo del entorno IoT. Evitaría tener que emplear costosas, poco ecológicas y menos eficientes baterías de litio.