Canales capturados por organizaciones delictivas. Videos manipulados para incluir mensajes en los que se ofrecen promociones increíbles. Un negocio de millones de dólares.

El martes Elon Musk criticó a YouTube por no ocuparse de los avisos fraudulentos. El empresario tiene razones para estar molesto, muchos de los engaños creados utilizan su imagen. Si alguna vez te encuentras con el director de Tesla regalando bitcoins a través de algún extraño mecanismo, desconfía. No es la primera vez que alguien utiliza su imagen para una estafa.

Método

La técnica de los criminales es relativamente sencilla. Primero se apoderan de un canal legítimo con una cantidad importantes de suscriptores. De esta manera acceden rápidamente a las líneas de tiempo de varias cuentas sin tener que tomarse el trabajo de construir un público.

Luego le cambian el nombre y la imagen al canal para que parezca vinculado a Tesla. Una vez hecho esto comienzan a transmitir videos legítimos de la firma de inversiones ARK a los que agregan sus propios mensajes. Algunas de las transmisiones realizadas han conseguido miles de espectadores.

Las transmisiones ofrecen promociones con criptomonedas demasiado atractivas para ser ciertas. Pero de alguna manera la idea de que Elon Musk puede hacer algo extravagante para promover una causa parece no estar tan lejos de la realidad.

En la gran mayoría de los casos las comunidades construidas alrededor de los canales advierten lo que está ocurriendo. Pero no todo el mundo presta atención a lo que ocurre en el chat. En el conjunto de canales capturados, a menudo varios al mismo tiempo, y a lo largo de una extensa campaña, los criminales pueden engañar a cientos de personas.

Según los registros de los movimientos de una de la billeteras utilizadas por los criminales, en una semana los estafadores han logrado hasta USD 243 mil. Durante 2021 habrían conseguido unos USD 98 millones.

La respuesta de YouTube

YouTube afirma que remueve todos los canales que son reportados. El problema es que muchos de esos canales tienen dueños legítimos que no han hecho nada ilegal y son las primeras víctimas de estas maniobras delictivas. La remoción de los canales no hace mucho por detener a los criminales, que de todas manera cada tanto tienen que buscar un nuevo espacio para difundir sus mensajes.