El detalle es que la abuela falleció y el sistema está imitando su voz. La nueva función del asistente de Amazon fue presentada de esta extraña manera en un reciente evento.
Amazon ha desarrollado una tecnología que le permite a Alexa imitar las voz de cualquier persona. La presentación del sistema se realizó el miércoles durante el re:MARS 2022 celebrado en Las Vegas. Dicho evento está enfocado en el aprendizaje automatizado, la inteligencia artificial, la robótica y otras tecnologías de gran impacto.
Rohit Prasad, jefe de ciencia en Alexa IA, fue el encargado de hablar sobre la nueva función. Prasad le comentó a la audiencia que uno de los aspectos que más le sorprendía de Alexa era la relación de compañía que establecía con sus usuarios. Y es a partir de este punto que la presentación se pone algo extraña.
Voces digitales del más allá
El fondo cambia para hablar sobre la empatía del ser humano. Una imagen muestra una persona abrazando a un perro.
Prasad explica que la empatía es fundamental para construir confianza. Luego afirma que este aspecto es aún más importante en estos tiempos (en alusión a la pandemia) en los que tantos hemos perdido a familiares queridos.
El ejecutivo afirma que la nueva función de Alexa favorece las relaciones duraderas.
Lo que sigue es un chico preguntándole a Alexa si su abuela puede terminar de leer el libro. La abuela ya no está con nosotros, pero Alexa puede imitar su voz. Alexa lee entonces el Mago de Oz para un más que feliz nieto.
La técnica
El aspecto técnico de esta nueva opción es interesante. Con un solo minuto de grabación el sistema puede recrear la voz. Prasad explica que esto se ha conseguido cambiando el enfoque, en vez de pensar en el problema como un asunto de conversión de texto se lo consideró una cuestión de conversión de voz. Todo esto en sí es muy interesante.
El problema
Amazon no sugiere que puede reemplazar a la abuela fallecida. Pero sí que puede producir una experiencia similar a la relación entre dos seres humanos, simplemente a través de un simulacro. Quizás una herramienta como esta podría tener fines terapéuticos. Pero toda la escena, con el hombre abrazando al perro y el niño pidiendo que la computadora termine lo que su abuela inicio, es por lo menos bizarra.