El staff técnico del Fondo Monetario Internacional dedicado a la negociación y el seguimiento del acuerdo vigente con la Argentina oficializa una revisión de las metas de reservas.
Tanto los miembros del equipo económico que acompañan al ministro Sergio Massa en la reunión de ministros y banqueros centrales del G20 en la India como los que están negociando en Washington acordaron con el Fondo revisar hoy las metas de reservas para este año (debían sumarse USD 5.800 millones en términos netos), en reconocimiento del impacto de la guerra en Ucrania y, particularmente, de la sequía.
No se trata, explicaron altas fuentes del equipo económico que prefirieron no precisar las nuevas metas, que anunciará el FMI en Washington, de un “waiver” o dispensa de metas, sino de una revisión del acuerdo en la parte específica de reservas para 2023, por lo que no se requiere una aprobación del directorio del organismo.
La revisión contemplará tanto las metas trimestrales como la anual, siempre en materia de reservas. Pero no habrá cambios a las metas fiscales y monetarias, que tanto Economía como el Fondo consideran un “ancla” del acuerdo.
La prioridad del equipo económico, trabajando en tándem Massa y quienes lo acompañan en la India, como los técnicos que están en Washington, era “adaptar el programa a la realidad”, teniendo en cuenta tanto el impacto de la guerra en Ucrania y en especial y prospectivamente, el de la sequía sobre el campo, la producción y las exportaciones agroindustriales de la Argentina.
Sucedió durante un encuentro oficial que mantuvo el jefe del Palacio de Hacienda, Sergio Massa con Jay Shambaugh, subsecretario para Asuntos Internacionales. En el cónclave también trataron la negociación con el FMI y el impacto de la sequía que castiga la producción agropecuaria del país.
De este modo es el propio staff del Fondo el que negoció y aceptó las nuevas metas de reservas, a divulgarse el lunes, por lo que a lo largo del año no será necesario revisarlas constantemente a lo largo del año. Mientras tanto, dice el equipo económico, se sigue trabajando sobre el orden fiscal, la acumulación de reservas y el orden monetario.
Massa se reunió en India con la directora del Fondo, Kristalina Georgieva, y su vice, la economista india Gita Gopinath, en la que le confirmaron que el lunes el Fondo divulgará el “Staff level agreement”, con la aprobación de la revisión del cuarto trimestre 2022, lo que a su vez implicará un desembolso de aproximadamente USD 5.400 millones al que el directorio daría el visto bueno el 22 de marzo.
Las nuevas metas de reservas tienen sobre todo en cuenta la merma de las exportaciones agroindustriales, debido a la sequía, y también incorporan la necesidad de la Argentina de administrar los dólares para sostener el nivel de actividad a través del caudal de importaciones, de modo de no ahogar a los sectores productivos más dependientes de insumos y partes del exterior.
El equipo económico no consideró “ni una victoria, ni una derrota” que el Fondo haya finalmente readaptado las metas de reservas a “la nueva realidad” de la guerra y la sequía y lo considera una evidencia del realismo del programa.
En cuanto a si la Argentina podría acceder al “Fondo de Resiliencia” creado por el Fondo para apoyar países afectados por el cambio climático, Economía aclaró que esa fuente de recursos estará activa recién a partir de 2024.
Premisas
“Nuestras premisas son acumular reservas para fortalecer moneda y acceso al crédito, restablecer orden fiscal para no gastar más de lo que ingresa y tener orden monetario, porque estamos viendo de que Argentina en 2020 y 2021 no tuvo crédito externo: financió la pandemia y la salida de la pandemia con emisión y adelantos transitorios. Eso tuvo impacto sobre la moneda y sobre la calle. Tratamos de esterilizar lo que está amontonado en la city, no en demanda de dinero, sino en otras variables de circulación monetaria”, dijo una alta fuente del equipo de Massa.
En la India, Massa recibió cuestionamientos de Georgieva por el uso de reservas para recompra de bonos. Pero Economía reafirmó allí su defensa del uso de los instrumentos a mano para estabilizar la economía. “Algunos pueden ser más o menos simpáticos para el FMI y otros actores económicos. Al Fondo le puede parecer heterodoxo, pero en ese momento ante tantas cauciones debíamos demostrar capacidad de acción frente a aquellos que estaban especulando demás”, señalaron desde el equipo económico.
Economía negó, en cambio, que el Fondo, a través de su gerencia o del staff, cuestione el nivel del tipo de cambio o impulse una devaluación. “No hablamos de eso; ahí hay una fantasía muy argentina de que el staff empuja una devaluación. Si lo hiciera, no estaría repensando las metas”, señaló la fuente. Ese tipo de especulaciones o versiones la impulsan quienes necesitan sacar ventajas, dicen en el entorno de Massa. Lo que sí reconocen es que el Fondo no está de acuerdo con la existencia de una multiplicidad de tipos de cambio y plantea la necesidad de simplificar el sistema cambiario, algo que en todo caso es un objetivo a largo plazo. “Otra cosa es el ritmo de devaluación que necesitan algunos empresarios”, dijo la fuente de Economía.
En cuanto al cuestionamiento de la Argentina a la política de sobrecargos del Fondo, el reclamo quedó plasmado en el documento de ministros y banqueros centrales del G20.