El conservador Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) del primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, se imponía en las elecciones parlamentarias logrando 35 bancas, dos más que en los comicios pasados, según los primeros sondeos a boca de urna.
"Hemos estado ocupados en ganar desde el primer día", expresó la jefa de campaña del VVD, Sophie Hermans, quien sostuvo que el país "ha expresado, en esta crisis sin precedentes, su confianza en Mark Rutte".
La segunda fuerza más votada en los comicios, que tuvieron una participación ciudadana de más del 81%, fue D66, con 27 escaños, ocho más que en las anteriores parlamentarias de 2017.
Por su parte, la extrema derecha del Partido de la Libertad (PVV) ocuparía 17 bancas en la cámara baja, lo que significa una pérdida de tres diputados, y los democristianos del CDA, quienes contarán con 14 representantes, cinco menos que hace cuatro años.
Rutte se presentaba como favorito, en especial gracias a su gestión en la pandemia de coronavirus, pese a que dos meses antes su tercer gabinete tuvo que renunciar a causa de un escándalo relacionado con las políticas de ayudas sociales que muchas familias se vieron obligadas a devolver tras ser acusadas de fraude de manera injustificada.
Entre las 37 formaciones participantes obtuvieron también representación el Partido Laborista, con nueve asientos mientras los verdes de GroenLinks, con una pérdida de seis escaños se quedarían con ocho, igual que el Partido Socialista.
Entre los partidos minoritarios que habrían obtenido mejores resultados estaría la extrema derecha de Foro por la Democracia, con siete diputados, cinco más que en 2017, el Partido de los Animales, con seis asientos y el proeuropeo Volt, que se estrena en la cámara con cuatro bancas.
Los ciudadanos de Países Bajos estaban llamados a acudir a las urnas desde el lunes para intentar garantizar el distanciamiento social de la población debido a la crisis del coronavirus.