El FBI anunció que abrió una investigación de derechos civiles sobre esta muerte que avivó los reclamos contra la violencia racista a manos de la fuerzas de seguridad en Estados Unidos.
Brown fue asesinado a tiros por la Policía el miércoles pasado en la ciudad de Elizabeth City, ubicada en el este de Carolina del Norte, después de supuestamente alejarse en su coche de los oficiales que estaban ejecutando una orden de registro relacionadas con drogas en su residencia.
Un patólogo contratado por la familia de Brown examinó su cuerpo y encontró cuatro heridas en el brazo derecho y una en la cabeza, dijo el abogado Wayne Kendall en conferencia de prensa.
Khalil Ferebee, uno de los hijos de Brown, que cuestionó que los agentes hayan disparado tantas veces a un hombre que, afirmó, no representaba ninguna amenaza.
"Le dispararon en la parte trasera de la cabeza", denunció ante la prensa el hijo de Brown.
La víspera, las autoridades mostraron a los familiares del fallecido un breve vídeo de los hechos, filmado por la cámara de uno de los policías presentes durante el incidente.