Aunque el proyecto supone límites y exigencias también conlleva un notable avance en la aceptación y adopción de esta tecnología.
Hace unos días les contamos como la India había decidido prohibir las criptomonedas privadas. Esta decisión está relacionada con la necesidad de facilitarle el camino a la implementación y adopción de una moneda digital que emitirá su banco central.
La India no es el primer país en tomar esta decisión. China había adoptado esta medida drástica por considerar que las criptomonedas eran un peligro para la economía y las finanzas de su población, pero también para evitar la competencia con el Yuan digital.
El camino de la regulación Un país que parece estar adoptando una postura algo más relajada es Estados Unidos. Con algo más relajada nos referimos a regular en vez de prohibir, establecer reglas de juego para evitar malas prácticas.
Por supuesto, toda regulación supone poner límites, lo que para muchos entusiastas de las criptomonedas resulta una afrenta ideológica. Sin embargo este momento de ajuste a las regulaciones es una etapa que toda industria debe pasar.
Criptomonedas y bancos La Reserva Federal, Corporación Federal de Seguro de Depósitos y la Oficina de Control de Monedas han anunciado un plan para la regulación de las criptomonedas. El objetivo es orientar la conducta de los bancos.
Entre los aspectos tratados está la tenencia de criptomonedas, la capacidad de los clientes de los bancos a acceder a esta divisas, la posibilidad de emitir sus propias stablecoins y hasta establecer criptomonedas como garantías para préstamos.
Es importante notar que la mención de los stablecoins apunta a favorecer las monedas que están atadas al precio del dólar o alguna otra divisa FIAT similar.
Además de estos aspectos se espera evitar el uso de las cripto como herramientas de lavado de dinero.
Seguridad ante todo Los bancos en Estados Unidos podían, desde hace un tiempo, guardar criptomonedas para sus clientes, utilizar stablecoins y actuar como nodos en las cadenas blockchains. Nada de esto ha cambiado, pero ahora las instituciones tienen que probar que pueden hacer todo esto de una manera segura.