Los partidarios del clérigo chií Moqtada al-Sadr exigieron la celebración de elecciones anticipadas, mientras que sus opositores, apoyados por Irán, afirmaron que debía respetarse la votación de octubre pasado.
Miles de seguidores de Sadr rezaron frente al Parlamento en una muestra de apoyo al líder populista, que ha pedido al poder judicial que disuelva el Parlamento a finales de la próxima semana.
Horas más tarde, los partidarios de los grupos respaldados por Irán que se oponen a Sadr se concentraron en el borde de la fortificada Zona Verde, donde se encuentran el Parlamento y las embajadas extranjeras, insistiendo en que deberían formar el nuevo gobierno sobre la base de las elecciones de octubre.
La protesta y la contraprotesta del viernes fueron las últimas de una serie de manifestaciones que han hecho temer que se produzcan disturbios si continúa el estancamiento político. Los líderes religiosos y políticos gozan de la lealtad de un gran número de personas y los grupos de milicianos actúan con independencia del gobierno central.
Sadr fue el ganador de las elecciones de octubre, pero no consiguió formar un gobierno libre de los partidos respaldados por Irán. Retiró a sus legisladores del Parlamento y ahora impide que éste elija un nuevo gobierno y exige elecciones anticipadas.
Miles de sus partidarios se concentraron el viernes ante el Parlamento. La mayoría iban vestidos de negro para conmemorar el mes musulmán de Muharram y algunos llevaban capas blancas que simbolizaban las mortajas y su disposición a morir.
"No romperéis Irak mientras Sadr esté aquí", dijo un imán a la multitud desde un gran escenario rojo instalado frente al Parlamento. "No hay vuelta atrás en esta revolución (...) y el pueblo no renunciará a sus demandas".
Los opositores de Sadr le acusan de corrupción. Dicen que sus leales han dirigido algunos de los departamentos gubernamentales más corruptos y disfuncionales de Irak.
Horas después de la manifestación a favor de Sadr, miles de personas se concentraron para pedir que se forme un gobierno con las facciones proiraníes del Parlamento que se oponen a Sadr.
Algunos llevaban retratos del general de división Qassem Soleimani, jefe de la fuerza de élite iraní Quds, y de un comandante de la milicia iraquí que murió junto a Soleimani en un ataque aéreo estadounidense en Bagdad hace más de dos años.