Autoridades de Ucrania afirmaron este lunes que no descartan "el peor escenario" de una evacuación de parte de la ciudad capital de Kiev, donde los hogares deberán pasar el gélido invierno con solo dos a tres horas diarias de luz a causa de los ataques rusos contra la infraestructura energética ucraniana.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, afirmó que no descarta "el peor escenario" y anticipó que podría haber una evacuación "parcial" de la ciudad si persiste la alteración del suministro eléctrico.
"No descarto el peor escenario. No habrá una evacuación total, quizá una parcial, pero no sería llamada evacuación. Sería una reubicación temporal de ciertos grupos de gente hacia los suburbios y lugares donde haya servicios disponibles", precisó Klitschko en entrevista con RBK-Ukraine.
Por ello, reclamó a los residentes que "consideren diferentes escenarios y estén preparados", y agregó que "según información del Ejército, el enemigo planea llevar a cabo ataques insidiosos contra la infraestructura del país para intimidar a los ucranianos con la oscuridad y el frío".
La vocera del Comando Sur del Ejército ucraniano, Natalia Gumeniuk, advirtió que "es muy probable que el inicio de la semana esté marcado por un ataque de este tipo".
Según la Marina ucraniana, 11 barcos de guerra rusos, entre ellos un portamisiles que apareció este lunes, se encuentran en el mar Negro, frente a las costas de Ucrania, y hay otros en el mar de Azov y el Mediterráneo, con un total de 76 ojivas que pueden ser disparadas.
Estas declaraciones respaldan el discurso de anoche del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que pidió a sus compatriotas que se preparen para las consecuencias de nuevos ataques, después de acusar a Rusia de "utilizar el frío contra las personas" como un arma de guerra.
"Entendemos que los terroristas (las tropas rusas) están preparando nuevos ataques. Lo sabemos con seguridad. Y mientras tengan misiles, lamentablemente no se detendrán", afirmó Zelenski en el video que diariamente graba para la población ucraniana.
"Nuestras fuerzas se preparan. Todo el Estado se prepara. Elaboramos todos los escenarios, incluso con socios" occidentales, agregó, e instó a sus conciudadanos a prestar atención a las alertas antiaéreas.
Klitschko exhortó a la población de Kiev a abastecerse de agua potable, comida, ropa de invierno, teléfonos cargados y ordenadores, así como a descargar mapas que puedan ser utilizados sin conexión en caso de que sea necesario abandonar la ciudad, según la agencia de noticias ucraniana UNIAN.
El grupo energético DTEK advirtió que los apagones de emergencia continuarán en Kiev y que los hogares tendrán luz solo dos o tres horas al día.
La información contrasta con otra difundida el domingo por autoridades de la administración militar de Kiev, según la cual el servicio eléctrico y la calefacción habían quedado restablecidos en la mayor parte de la ciudad.
Los habitantes de Kiev pueden utilizar la energía eléctrica durante dos o tres horas al día, según está previsto, informó DTEK.
"Por orden de la empresa nacional de energía Ukrenergo, debemos reducir el 60% de la capacidad de consumo de Kiev. Hacemos todo lo posible para suministrar luz a cada consumidor dos o tres horas al día", refirió la empresa en redes sociales.
El ente precisó que para el suministro de luz a infraestructuras críticas, en particular hospitales, estaciones de bombeo y subestaciones eléctricas, se requiere el 58% de la electricidad restante tras la reducción del consumo, mientras que el resto corresponde al de los usuarios domésticos.
Ucrania reporta apagones programados y de emergencia debido a los destrozos que la red eléctrica sufrió en varias oleadas de ataques que Rusia llevó a cabo en octubre y noviembre pasados.
El primero de estos ataques fue en represalia por el atentado que destruyó un tramo del puente del estrecho de Kerch, en Crimea, que causó cuatro muertes. Rusia lo atribuyó a Ucrania, que ni lo confirmó ni lo negó.
El primer ministro ucraniano, Denis Shmigal, dijo este mes que "casi la mitad" de la red energética nacional había sido dañada.
Mientras tanto, según el balance diario de la presidencia ucraniana, cuatro civiles murieron, uno de ellos en la ciudad bajo ocupación rusa Nova Kajovka, y 11 resultaron heridos en las últimas 24 horas en el país.
Zelenski precisó anoche que en la provincia de Donetsk, una de las cuatro que Rusia se anexó en septiembre pasado, se registra una situación "muy difícil", dado que allí se concentran los combates desde la retirada de las fuerzas rusas de la provincia de Jerson, en el sur.
Otra de las provincias anexadas y bajo control ruso es Zaporiyia, donde se encuentra la central nuclear más grande de Europa y que desde hace semanas es centro de bombardeos de los que se acusan mutuamente Ucrania y Rusia.
Este lunes, el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, desmintió los rumores de que los militares rusos se preparan para retirarse de la planta de Zaporiyia y pidió "que dejen de buscar indicios donde no los hay ni puede haberlos", en una comparecencia ante periodistas, informó la agencia de noticias AFP.
Las autoridades instaladas por Rusia en la ciudad ucraniana de Energodar, donde se encuentra la central, denunciaron en Telegram que "pese a las falsedades en medios ucranianos, Zaporiyia sigue bajo control ruso" y recordó el anuncio de la empresa rusa Rosenegoatom sobre los planes para crear una segunda fuente de suministro de energía para la central nuclear.
"La seguridad operativa de la central nuclear está totalmente garantizada, en gran parte gracias a su personal, que entiende que este es territorio de Rusia para mucho tiempo", agregó y denunció que los "servicios especiales de Ucrania buscan sembrar el pánico en las ciudades liberadas por Rusia y distorsionar las afirmaciones de oficiales a favor de sus propios intereses".