El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, consideró este jueves un "desequilibrado" a su antecesor, Jair Bolsonaro, pero dejó claro que no habrá una persecución sistemática contra él.
Para Lula, Bolsonaro sufre un "desequilibrio mental".
“Es un genocida que después de perder las elecciones se encerró en su casa" y dejó de gobernar, advirtió el mandatario, que asumió la jefatura del Estado el 1 de este mes después de derrotar al entonces candidato del PL.
Por otro lado, Lula destacó que "esta es la primera vez en la historia de Brasil que un presidente electo comienza a gobernar antes” de asumir, en referencia a una serie de negociaciones que encaró con el parlamento en diciembre para modificar el presupuesto de 2023.
A pesar de sus ataques a Bolsonaro, Lula aseguró que su gobierno no realizará una persecución sistemática "contra nadie".
"No voy a hacer eso durante mi mandato; mi mandato es diferente; no voy a estar peleando con Bolsonaro, porque mi mandato es para pelear contra el hambre, no quiero dar la idea de que hay una persecución", concluyó el presidente, según la agencia de noticias ANSA.