Italia se preparaba para despedir al ex primer ministro Silvio Berlusconi, un multimillonario propenso a los escándalos que dominó la política, los negocios y el mundo del fútbol del país durante al menos tres décadas.
Berlusconi falleció el lunes a los 86 años, tres días después de su readmisión en el hospital San Raffaele de Milán, y dos meses después de que se revelara que padecía leucemia desde hacía tiempo.
"Italia sin Berlusconi", escribió en portada el diario de mayor tirada del país, Corriere della Sera, que dedicó más de 30 páginas al acontecimiento.
No se dio ninguna causa oficial de la muerte, pero el Corriere, que dio la noticia del fallecimiento de Berlusconi, dijo que había muerto de leucemia, con un repentino deterioro de su estado durante la noche del lunes.
Además de haber sido cuatro veces primer ministro de Italia, Berlusconi poseía un imperio empresarial que incluía el grupo mediático MFE y los clubes de fútbol AC Milán, de 1986 a 2017, y AC Monza, a partir de 2018.
Ciao Presidente: una mujer besa un retrato de Berlusconi en Milán. Mañana serán los funerales de honor en Italia.
Según Corriere, Berlusconi se encontraba lo suficientemente bien como para ver por televisión la final de la Liga de Campeones de fútbol del sábado entre el Inter de Milán y el Manchester City. La primera ministra, Giorgia Meloni, dijo en una entrevista televisiva el lunes que había hablado "largo y tendido" con él ese día.
Familiares y amigos cercanos presentaron sus respetos en un velatorio privado en su villa antes de un funeral de Estado el miércoles en el Duomo de Milán, que probablemente atraiga a decenas de miles de personas.
El ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, que interrumpió una visita a Washington, fue uno de los asistentes al funeral. Tajani es el líder adjunto de Forza Italia, el partido de Berlusconi que ahora corre el riesgo de implosionar.
"Deseo que Forza Italia tenga futuro, pero francamente no lo veo", declaró Giuliano Urbani, exministro y miembro del partido, al diario La Repubblica, afirmando que la mayoría de sus votantes ya se han pasado al partido de Meloni, Fratelli d'Italia.
Meloni y el presidente Sergio Mattarella se encontraban entre los asistentes al funeral, que tendrá lugar en un día de luto nacional, con las banderas ondeando a media asta en todos los edificios públicos.