Hace ocho años que “vengo siendo amenazada” sostuvo Verónica en diálogo con Central Policial; frente a la desesperación de un sistema que parecería proteger a los violentos, volvió a denunciar a su expareja que es un personal policial, porque a pesar de tener prohibición de acercamiento “el viernes ingresó a la casa rompiendo las puertas y la cerradura”, dijo la víctima madre de dos hijos de 6 y 8 años.
“Después de que se presentaran distintas pruebas donde quedó certificado que este tipo violentó a mis hijos, la Asesora de Incapaces dio lugar a la petición y se le suspendió el régimen de visitas. A raíz de eso, supongo, enojado el viernes decidió violar la prohibición de acercamiento e ingresó a la casa junto a dos mujeres cómplices, una de ellas embarazada”, contó Verónica a través de los micrófonos de CNN Salta.
La mujer explicó que el policía para ingresar a la vivienda, que en realidad es de él pero por cuestiones legales ella tiene que seguir en el lugar junto a sus dos hijos menores, “rompió dos puertas y en una también la cerradura”. El sujeto, según dijo, ingresó en el momento que ella fue a llevar a su hijo a la escuela. “Tengo consigna fija y cuando me muevo la consigna va conmigo, él debe haber estado esperando que me fuera porque sigue cada paso que doy. Cuando salí aprovechó para ingresar, sospecho que tenía todo planificado porque en 15 minutos hizo todo”.
“Hace ocho años vengo padeciendo violencia física, verbal, psicológica, económica también violentó a mi familia a tal punto que les pedí a mi hermana y a mi mamá que no vinieran más porque las agredía. Llegó a decir que mi hijo, el más chico, era hijo de su papá o de su hermano, me celaba con sus tíos o primos. En la calle no podía saludar a nadie”, contó la mujer acerca del calvario que soportó asegurando que en más de una “oportunidad no me dejó ingresar a la casa, con la complicidad de sus compañeros de la comisaría 5”.
La mujer dijo que el hombre “trabaja en la Escuela de Entrenamientos dictando clases de defensa personal, tiene un título de taekwondo”. Desde el 2015 hasta el año pasado “le radiqué entre 10 o 15 denuncias, en el 2015 le sacaron el arma reglamentaria.
La mujer que cuando entró en su habitación encontró un cuchillo, “en la parte del ropero, la verdad no sé qué tenía pensado hacer, desconozco”. Lamentó que haya estado detenido sólo 24 horas.
Verónica no puede creer que un policía con esas características siga perteneciendo a la fuerza de seguridad. Contó que se comunicó con el jefe de la Policía, José Ibarra, cansada de ser hostigada le pidió que trasladara a su expareja a otro destino. “Si bien fue una charla tranquila, sinceramente sentí que se me estaban burlando en la cara. El Jefe de la Policía me dijo que él no podía trasladarlo porque eso dependía de un juez, pero que se iba a encargar de hablar con el sargento ayudante Quiroga para que deje de molestar”. La mujer contó que cuando su expareja iba a buscar a los chicos a la casa de su madre, “iba con un móvil de la comisaría de Lola Mora. Él iba en su auto y un móvil por atrás, escoltándolo”.