La madre de la joven venezolana que denunció haber sido drogada y abusada sexualmente por un comerciante al que contactó por las redes sociales para una entrevista laboral en el barrio porteño de Balvanera aseguró que pensó que su hija "estaba muerta" cuando la fue a rescatar, y pidió que si hay otras víctimas del mismo acusado que soliciten ayuda.
En tanto, la mujer adelantó que este jueves a las 10.30 realizarán una movilización frente al comercio donde ocurrió el hecho, ubicado en Paso 693, en dicho barrio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para pedir justicia y que el imputado sea detenido, ya que si bien lo demoraron apenas ocurrió el hecho luego se le otorgó la excarcelación porque no tenía antecedentes.
Por su parte, la fiscal Nacional en lo Criminal y Correccional 41, Silvana Russi, quien ya se había opuesto a excarcelar al imputado cuando la jueza Karina Zucconi le corrió vista antes de liberar al comerciante, apeló el fallo de la magistrada por considerar que existe "peligro de fuga" y de "entorpecimiento de la investigación".
En diálogo con C5N, la madre de la joven venezolana explicó que su hija le comunicó vía WhatsApp a una hermana que el comerciante con el que se entrevistó "le dio un vaso de agua" y luego "comenzó a marearse".
Como estaba cerca de la ubicación del comercio, la mujer -cuya identidad se mantiene en reserva para preservar la de la víctima- llamó a la Policía y se dirigió rápidamente al lugar.
"Pensé que mi hija estaba muerta y me estaban cuidando de ver algo monstruoso. Yo les gritaba que quería verla", sostuvo la madre de la víctima, quien agregó que "la policía llegó rápido, la reacción fue muy buena, estuvieron siempre atentos".
Los investigadores le contaron que, al ingresar, su hija estaba en el fondo del comercio y el acusado estaba vistiéndola y poniéndole los pantalones.
"Le puso una remera de él", aseguró la mujer, quien, a su vez, contó que recibió varios comentarios de que el atacante hizo lo mismo con otras jóvenes.
Por esa razón, pidió a estas mujeres que "tengan la valentía" y que lo denuncien, ya que "hay personas que pueden ayudarlas".
En tanto, Pablo Baqué, abogado de la denunciante, adelantó que pedirá la detención del imputado, a quien considera "un peligro para la sociedad".
"Tenemos totalmente comprobadas las lesiones compatibles con la violación. Son lesiones que dejan secuelas como mordidas o golpes, por eso decimos que está mal la carátula de abuso simple porque hubo acceso carnal", indicó Baqué.
El abogado dijo que se investiga si el acusado utilizó el mismo modus operandi con otras jóvenes venezolanas.
"Publicaba en grupos de venezolanos ofertas de trabajo. Tenemos otros testimonios de otras personas que también fueron citadas e invitadas a salir", indicó.
Por ultimo, el abogado indicó que la denunciante "está muy mal, encerrada en su casa cuando el violador está libre" y que ya presentó la solicitud para que ella y su familia tengan protección policial y botón antipánico.
Por su parte, María Elena Naddeo, directora general de Niñez Adolescencia, Género y Diversidad de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, dijo a Télam que desde el organismo se pusieron a disposición de la familia de la víctima.
"Ofrecimos la cooperación de los equipos de genero y de salud y salud mental de la Defensoría. Brindaremos apoyo a la familia y se está organizando una reunión con el Defensor Alejandro Amor", señaló.
En un comunicado de prensa, la Defensoría expresó esta tarde su "repudio total" ante el abuso sexual cometido y alertó sobre los "gravísimos" daños que el agresor generó en la víctima.
También cuestionó la excarcelación del imputado al considerar que "es el doble estándar del poder judicial, que persigue hurtos y delitos leves y minimiza los crímenes contra la integridad sexual".
El hecho se registró el pasado sábado cerca de las 14, cuando la denunciante fue citada para realizar una entrevista laboral que había coordinado días antes por la red social Facebook.
Aparentemente, el acusado le pidió cenar el viernes para así "poder hablar sobre el trabajo", propuesta que fue rechazada por la joven, quien finalmente arregló presentarse el sábado por la mañana en el mencionado local de la calle Paso.
Según el relato de la denunciante, durante la jornada de trabajo, el acusado, identificado por la Policía como Irineo Humberto Garzón Martínez, le ofreció varias veces "un vaso de gaseosa o de jugo" que finalmente aceptó cerca del mediodía.
De acuerdo con su relato ante los investigadores, tras beber un vaso de agua comenzó a sentirse mareada, por lo que le envió un mensaje a su hermana explicándole la situación.
"Creo que el dueño de donde trabajo me drogó porque me siento mareada", expresó la joven en el mensaje que le envió a través de WhatsApp y agregó la dirección en dónde se encontraba.