Unos 44 allanamientos se realizaban en el barrio Padre Mugica, de Villa Lugano, en el marco de una investigación por narcomenudeo del que forman parte distintas bandas que se disputan el poder en la zona y que provocaron tiroteos y ataques a vecinos, informaron fuentes judiciales y policiales.
Los procedimientos eran realizados por efectivos de la División Narcocriminalidad de la Policía de la Ciudad y del Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) a pedido de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 35, que está a cargo de Celsa Ramírez.
Fuentes judiciales y policiales informaron que los múltiples allanamientos habían sido pedidos por la representante del Ministerio Público semanas atrás, pero que fueron autorizados por la jueza Penal, Contravencional de Faltas porteña número 17, Natalia Ohman.
Los investigadores aclararon que los procedimientos no están relacionados a las detenciones concretadas de cuatro sospechosos, entre ellos un ciudadano peruano de 28 años al que le secuestraron una pistola calibre 9 milímetros.
Decenas de policías se concentraron pasadas las 16 en la planta 11 del Barrio Mugica, la cual es mencionada por los vecinos como el sector donde se encuentran los bunker de las bandas dedicadas al narcomenudeo.
Sin embargo, los investigadores explicaron que por el momento no se registraron detenciones en los allanamientos.
"Sabemos todos que no están, los narcos muchos se fueron porque los vecinos están comentando que se fueron", dijo al canal A24 Adolfo, vecino del barrio.
El hombre aseguró que habló "con una persona que le mataron a un hermano, a otro hermano, a la hermana y a la sobrina" y que "le acaban de poner precio para matarla a ella", por lo que consideró que la situación "es mucho más grave" de lo que se ve.
"Si estas organizaciones criminales tuvieron el valor de agarrarse para disputar el territorio, llevándose puesto la tranquilidad y la paz de las personas que están acá, no me cabe la menor duda de que están dispuestos de hacer lo que sea", señaló Adolfo.
El vecino le pidió "a la fiscal que tenga en cuenta y contemple las denuncias que se van a estar incorporando y se proteja a esas personas".
"Los chicos, para jugar al fútbol, le tienen que pedir piden permiso a los narcos que son los que deciden quién va a ir, autorizando a su entrenador de fútbol, es una manera de ir preparando sus futuros soldaditos que van a ser parte de este sistema siniestro y perverso que le arruina la vida a las personas", concluyó.