Una niña de 6 años murió este domingo tras recibir un balazo en el abdomen en su casa del partido bonaerense de La Matanza y por el crimen aprehendieron a su padre, un efectivo de la Policía de la Ciudad, quien se sospecha efectuó el disparo durante una discusión con su esposa, también integrante de la misma fuerza de seguridad, informaron fuentes de la policía de la provincia de Buenos Aires y judiciales.
Los investigadores procuraban determinar esta tarde si el acusado se encontraba alcoholizado al momento del hecho y si tiró directamente contra la víctima o si lo hizo hacia otra dirección y el proyectil rebotó y dio en la nena.
El hehco
Todo comenzó cerca de la medianoche, en una casa situada en la calle Albateiro al 3600 de la localidad de Virrey del Pino, en dicho partido del sudoeste del conurbano, donde reside el oficial Juan Ramón Herrera (34) junto a su esposa Natalia Bergamaschi (29), y una hija de ambos, Victoria, de 6 años.
De acuerdo a las primeras averiguaciones, el efectivo de la Policía de la Ciudad ingería bebidas alcohólicas en el comedor de la vivienda, donde también se hallaban su hija y su mujer.
Según las fuentes, en esas circunstancias el efectivo comenzó a discutir con su pareja y, al parecer, se produjo un forcejeo entre ambos.
En medio de esa lucha, el ahora acusado tomó su arma reglamentaria y efectuó un disparo, en principio, hacia el suelo, pero el balazo rebotó y dio en el abdomen de la niña, dijeron los informantes.
Ante esta situación, la víctima fue llevada por sus padres y un vecino hasta el Centro de Salud Domingo Roca de Virrey del Pino, adonde los médicos constataron su fallecimiento a raíz de la herida de bala sufrida.
Alertados de lo ocurrido, personal de la comisaría de esa localidad procedieron a la aprehensión de Herrera, quien quedó alojado en sede policial a disposición del fiscal Gastón Duplaa, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios de La Matanza, quien en las próximas horas lo indagará por el delito de "homicidio calificado", el cual prevé la pena de prisión perpetua.
A su vez, el fiscal dispuso el secuestro de pistola Bersa Thunder calibre 9 milímetros del ahora imputado, la cual fue hallada tirada en el piso, en el interior de la vivienda, y ahora será sometida a los peritajes balísticos de rigor.
Las pericias
Las fuentes judiciales explicaron que también se realizarán los estudios para determinar si el acusado estaba alcoholizado al momento del hecho y, a su vez, si existían antecedentes por violencia de género contra la madre de la niña fallecida.
Los mismos voceros aclararon que el fiscal aguarda para las próximas horas los resultados preliminares de la autopsia al cuerpo de la niña y de las diligencias de la Policía Científica en la escena del crimen para confirmar la mecánica del disparo y si, efectivamente, fue un tiro directo o un rebote, entre otras hipótesis posibles.
De acuerdo a las fuentes de la fuerza porteña, el ahora imputado presta servicios en la Comisaría Vecinal 6 B de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), mientras que su esposa lo hace en la 13 de la misma jurisdicción.
A raíz de los sucedido, desde la Oficina de Transparencia de la Policía de la Ciudad se dispuso la separación del cargo del imputado hasta que se resuelva su situación procesal ante la justicia.
Voceros de la fuerza indicaron que la Oficina de Transparencia suministrará toda la información necesaria que requiera el fiscal para avanzar con la investigación, al tiempo que aclararon que Herrera no contaba con ninguna denuncia de violencia de género por parte de su mujer.
Por su parte, dos vecinas del matrimonio de policías se mostraron sorprendidas por lo ocurrido ya que lo considera "buena gente" y comentaron a la prensa que la pareja tiene dos hijos más y se había mudado al barrio hacía poco tiempo