Una fiscal pidió que un condenado por secuestros, otro preso del penal de Marcos Paz y sus dos parejas, vayan a juicio oral por extorsión, acusados de haber pedido dinero, joyas y objetos electrónicos a los familiares de otro recluso al que amenazaban con asesinar, en una maniobra que fue desbaratada al momento del pago a metros del Obelisco porteño.
Fuentes judiciales informaron el pedido fue formulado por la fiscal en lo Criminal y Correccional 7, Mónica Cuñarro, ante el juez número 30 del mismo fuero, Edmundo Rabbione.
Los cuatro imputados son, por un lado, dos presos del Complejo Penitenciario Federal II de Marcos Paz identificados como Cristian Damián Allegue (25) y Juan Iván Aguilera Carabajal (34), y la esposa del primero, Micaela Sabrina Acosta (25), y la novia del segundo, Jessica Rosalba Salazar (26).
Allegue purga en el penal una condena de 13 años y seis meses de prisión por secuestro extorsivo agravado, mientras que Aguilera Carabajal, de nacionalidad chilena, está detenido allí a disposición del Tribunal Oral en lo Criminal 5 de la Capital Federal.
Amenazas y pedido de dinero
Según el requerimiento de elevación a juicio -al que tuvo acceso, el hecho que les imputa Cuñarro se inició el 7 de febrero pasado a las 18.30 cuando un preso del penal de Marcos Paz, a quien solo se identificará por su nombre de pila, Federico, llamó a su cuñado desde un número privado y refería proceder de un "establecimiento penitenciario".
"Me tienen secuestrado en el penal, necesito que deposites diez mil pesos a una cuenta, si no, me matan", le dijo Federico al marido de su hermana y además le pasó el número de CBU de la cuenta donde debía hacer la transferencia, que pertenecía a Acosta, la esposa del secuestrador.
El cuñado del preso recibió otros llamados donde un hombre le dijo: "Depositame la plata porque lo mato a tu cuñado. Te espero a las 21 en el Mc Donalds de Corrientes y 9 de Julio, porque lo mato".
El hombre le explicó al extorsionador que él estaba en una quinta en Pilar, que no iba a llegar y les pasó el teléfono de su otro cuñado, es decir, el hermano del preso amenazado.
"Hola ¿vos sos Maxi? ¿Sos el hermano de Federico? Lo tenemos atado de pies y manos, si no querés que lo matemos, esta noche lleva diez mil pesos, oro y dispositivos electrónicos al local de Mc Donalds que está en Corrientes y Carlos Pellegrini", le dijeron.
También le pasaron el teléfono a Federico, quien desde el penal, le dijo a su hermano: "Por favor Maxi, dale todo lo que dicen, me van a matar, me están apuñalando".
Mientras se dirigía al lugar a hacer el pago, el hermano del preso amenazado paró a un móvil de la Comisaría Vecinal 1B de la Policía de la Ciudad para contar lo que estaba sucediendo y, tras la consulta judicial pertinente, efectivos de esa seccional montaron un operativo de vigilancia encubierto.
En la esquina de avenida Corrientes y Carlos Pellegrini, a metros del Obelisco y del local de comidas rápidas al que lo habían citado, apareció una mujer que encaró al hermano de Federico y le dijo: "Entregame lo que te dijeron", ante lo cual el joven le dio la suma de 10.000 pesos, una cadenita de color dorado y un reloj.
Los policías de civil detuvieron en el lugar a la sospechosa, quien resultó ser Salazar, la novia del preso Aguilera, quien luego se defendería diciendo que sólo había ido a buscar algo que le pidió su pareja.
"Me permito concluir sin aristas que derriben tal afirmación, que en las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrió el hecho de marras fue Aguilera Carabajal quien desde el interior del Complejo Penitenciario Federal 2 se comunicó con su consorte Salazar, para que ella llevara a cabo la concreción de la maniobra iniciada por él y por Allegue, al recibir el desprendimiento patrimonial ilegítimo", señaló la fiscal en su requerimiento.
En cuanto a Acosta, Cuñarro cree que se aportó su CBU para la extorsión porque conocía la maniobra y sostuvo: "No es posible desatender el dato 'llamativo' que la cuenta cuya numeración se le facilitó a la víctima en un inicio, se corresponde con aquella correspondiente a la pareja de Allegue".
Por ello, la fiscal pidió que los cuatro sean juzgados por el delito de "extorsión" en grado de "tentativa", en el caso de los presos Allegue y Alegre Carabajal, en calidad de coautores, y en el de Acosta y Salazar, como partícipes necesarias.