Una banda de la ciudad de Rosario liderada por un preso e integrada por dos cómplices utilizaba el nombre de la organización criminal “Los Monos” como una suerte de “franquicia” para extorsionar a comerciantes, a cambio de no balearles los locales y “cerrarlos por las malas”, según una investigación judicial.
Se trata de un preso condenado a cinco años de cárcel que fue imputado como supuesto cabecilla de una banda, integrada también por otras dos personas, que pedía a comerciantes $10 mil por semana para no balearle los locales y se presentaba falsamente como miembro de la violenta narcobanda “Los Monos”.
El caso -que es investigado por los fiscales Mariano Ríos Artacho y Matías Edery, y por el que hay tres imputados con prisión preventiva- revela cómo la “fama” construida por la narcobanda “Los Monos” fue utilizada como una suerte de “franquicia” por otros grupos delictivos que cometen ilícitos en su nombre.
“Me presento, soy Pablo Cantero, yo soy el chico que anda cobrando la zona, a todos los negocios alrededores que tenemos ahí, están pagando la zona”, dijo el señalado como cabecilla de la banda de extorsionadores, Gastón Ezequiel Escalante, en una escucha captada el 13 de octubre pasado e incorporada a la causa.
De acuerdo con la investigación, ni su nombre es Pablo Cantero (apellido de los cabecillas de “Los Monos”) ni pertenece a la banda nacida hace dos décadas en la zona sur de Rosario.
Escalante cumple una condena a cinco años de prisión y, según los investigadores, es el mentor de una serie de extorsiones a comerciantes de la zona sur de Rosario, a quienes llamó en los últimos meses desde la cárcel para exigirles el pago de $40 mil por única vez y $10 mil en forma semanal.
Una escucha del teléfono móvil intervenido a Escalante, que además estaba registrado a su nombre, puso en evidencia las extorsiones.
“Si usted no colabora, lo que le voy a pasar a decir es que se encontrará en un aprieto que no va a poder, ¿me entiende? Ahora si colaboramos y nos entendemos, todo bien, si no voy a tener que contarle que te negaste a pagar lo que te voy a pedir, ¿me entendés? Que vayan y que te tiroteen el negocio, bah tu casa sería, porque ahí vivís vos”, dijo Escalante, que contaba con datos previos de las víctimas.
Dos personas identificadas como Brian Ezequiel Heredia y Abigail Noelia Ledesma –que son pareja- fueron detenidas e imputadas como ejecutores de las amenazas y por ser, a la vez, los presuntos cobradores de las extorsiones de Escalante.
La investigación de los fiscales Ríos Artacho y Edery determinó que Escalante “es la persona a cargo de la asociación, realiza llamadas telefónicas desde la línea telefónica investigada y registrada a su nombre”.
Así, explicaron en la audiencia imputativa, “se presenta como integrante de una banda delictiva y solicita a los titulares o dueños de los locales comerciales, la suma de $40.000 al inicio y luego $10.000 por semana, a los fines de que trabajen tranquilos, y en caso contrario ocasionaría daños con armas de fuego al frente de sus locales”.
De acuerdo a la investigación, Brian Heredia “ocuparía el rol de recaudador y realizaría los amedrentamientos” ordenados por el supuesto jefe de la asociación.
Los fiscales indicaron que de acuerdo a las escuchas “obedece a Escalante en cuanto cobrar el dinero a los comerciantes y ante la negativa atemorizarlos para conseguir el cometido”.
A la novia de Heredia, Noelia Ledesma, la acusaron de ocupar “el rol de recaudadora junto a su pareja" dado que ambos buscaban "el dinero producto de las extorsiones”.
Otra escucha registrada en la causa releva que el preso a cargo de los “aprietes” le dice a Heredia que uno de los comerciantes extorsionados se sintió amedrentado por una llamada, y lo insta a “hacer laburo”.
“La largan al toque, imaginate que lo apretamos en una llamada y la largaron al toque boludo, ahí en el momento (...) Haceme la segunda, hay para hacer laburo, hay para hacer laburo una banda, tengo para hacer una banda de locales”.
Además, le dice a Heredia que lleve a otras personas y ofrece una paga: “Fijate que si son 6 o 7 lucas para cada uno, les zafa boludo, ¿me entendés?”.
El 13 de octubre pasado quedó registrada una de las llamadas extorsivas, destina a un comerciante al que llama por el nombre.
“Si usted no colabora con lo que le estoy pidiendo, en este momento ya está por cerrar, se puede encontrar con alguien que toda la semana, te puedo hacer cerrar el negocio”, amenaza Escalante.
En este sentido, agrega: “No te voy a dejar trabajar tranquilo, lo cierro a los tiros si usted no quiere colaborar en este momento, yo paso a dar la información que usted negó en colaborar, en este momento corto y doy aviso”.
Con la prueba presentada por los fiscales, el juez penal Gonzalo López Quintana aceptó la acusación y dictó la prisión preventiva por dos años para Escalante y Heredia, y por 60 días para la pareja de este último, Ledesma, indicaron voceros del Ministerio Público de la Acusación (MPA).