Un oficial de la Policía de Tucumán fue detenido como sospechoso de haber participado en la desaparición de Oscar Marcial, el odontólogo de 58 años que fue visto por última vez el sábado pasado en la capital provincial y por cuya búsqueda se realizaban rastrillajes en el Cerro San Javier y en El Timbó, mientras se peritaban manchas de sangre que se levantaron de su automóvil que fue hallado abandonado tras la denuncia por averiguación de paradero.
Fuentes judiciales y el ministro de Seguridad de Tucumán, Eugenio Agüero Gamboa, confirmaron que el oficial de la policía, identificado como Mariano Vizcarra, se presentó en la guardia de los Tribunales y confesó que había sido el autor del hecho, por lo que quedó detenido y a disposición del fiscal del caso, Carlos Sale.
Los investigadores confirmaron que el policía detenido mantenía una relación con el odontólogo desaparecido y que fue una de las personas que tuvo el último contacto con la víctima antes de ser visto por última vez el sábado pasado.
Según los pesquisas, Marcial fue visto por última vez por su familia cuando salió a bordo de su auto Toyota Corola color gris de su casa ubicada en Chile al 3000, de Tucumán, a buscar una torta que había encargado ya que al día siguiente cumplía años.
Según se desprende de la investigación, a las pocas horas, el hombre mantuvo comunicación con su hermano, a quien le dijo que volvería a su vivienda al mediodía, pero minutos después le envió un mensaje cotándole sobre un cambio de planes y, desde entonces, ninguna noticia más.
Tras la denuncia por averiguación de paradero que realizaron sus familiares ante la policía, los efectivos salieron en su búsqueda y hallaron el vehículo Toyota Corolla en el que se movilizaba Marcial en la avenida República del Líbano al 2.400, con machas de sangre en el asiento del acompañante y en el baúl.
De inmediato, la justicia ordenó un peritaje en el vehículo y no solo levantó muestras de los restos de sangre sino que también obtuvo muestras de restos orgánicos para intentar elaborar un ADN y huellas dactilares, según precisaron las fuentes.
Desde el sábado la Policía realiza un intenso operativo de búsqueda, especialmente en el Cerro San Javier, para dar con su paradero del hombre, pero las diligencias tuvieron que ser suspendidos ayer a causa de las lluvias y se retomaron hoy por orden del fiscal de Homicidios Carlos Sale, a cargo del caso.
Sin embargo, tras la detención del policía Vizcarra, el fiscal solicitó nuevos rastrillajes en la zona de El Timbó, un municipio que pertenece al departamento de Burruyacú, ubicado al norte de Tucumán, conocido como destino turístico por sus atractivos naturales.
"Vizcarra, se presentó en la guardia de Tribunales informando que él es el autor del hecho y poniéndose a disposición de la justicia, por lo cual en estos momentos se encuentra detenido y a disposición del fiscal Carlos Sale”, dijo esta tarde el ministro Agüero Gamboa.
Los investigadores aguardaban para las próximas horas los resultados de un informe que le solicitaron a las compañías de teléfonos de los tres celulares utilizados Marcial, y buscan cámaras de seguridad particulares por donde podría haber circulado y donde fue encontrado el auto, con el fin de obtener imágenes que le ayude a esclarecer lo sucedido.
Las fuentes explicaron que los tres teléfonos celulares de la víctima tenían líneas de distintas empresas, por lo que ya se contactaron a las tres compañías para que entreguen las listas de llamadas entrantes y salientes.
Los investigadores sostienen que Marcial salió de su casa a buscar la torta que había encargado, la cual no llegó a retirar debido a que en el camino pudo haber arreglado una cita con una o varias personas.
La sospecha de los pesquisas es que cuando se produjo el encuentro con esas personas, por alguna razón, lo podrían haber asesinado, y en un primer momento dejaron el cuerpo en el baúl de su auto, pero luego para evitar ser descubiertos, lo ocultaron en otra parte y abandonaron el vehículo donde fue encontrado el domingo.
Hasta el momento, la fiscalía maneja dos hipótesis: una de ellas es que el profesional pudo haber sido víctima de un ajuste de cuentas por una deuda de dinero, y la otra línea puede estar vinculada a una relación sentimental.
Sergio Pérez, abogado querellante de la familia del odontólogo sostuvo "que se investigarán en profundidad todas las hipótesis".